En Colombia se mantienen carencias en materia de trabajo decente, según estudio universitario

Por en octubre 7, 2022

El sector educativo posee una mayor compatibilidad entre trabajo y calidad de vida, no así los sectores de transporte y almacenamiento. 

Los colombianos que mayoritariamente cotizan a la seguridad social en el país son las personas entre 30 y 40 años con un 49%, seguidos de los jóvenes entre 18 y 29 años con un 41,69%. Sin embargo, solo el 25% de los trabajadores con algún autorreconocimiento étnico contribuye a la seguridad social.

Así lo reveló el Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario y la Alianza EFI, al entregar los resultados preliminares del estudio Trabajo decente en Colombia, que se publicaron en el marco de la conmemoración del Día Internacional del Trabajo Decente que se conmemora este 7 de octubre, el cual revela que los trabajadores mayores de 45 años presentan los niveles de informalidad más altos.

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El autorreconocimiento étnico, según el Dane, “hace referencia al sentido de pertenencia que expresa una persona frente a un colectivo de acuerdo con su identidad y formas de interactuar en y con el mundo. Se refiere a la conciencia individual de compartir ciertas creaciones, instituciones y comportamientos colectivos de un determinado grupo humano”.

Para Andrés García Suaza, investigador del Observatorio Laboral y la Alianza EFI, “los grupos que se autorreconocen étnicamente, en promedio tienen una tasa de informalidad laboral significativamente superior, la cual llega al 74,62%. Puntualmente la brecha respecto al resto de la población es de 17,8 puntos porcentuales”.

“Los trabajadores mayores de 45 años presentan niveles de informalidad superiores al promedio. De hecho, para el grupo de mayores de 65 años la tasa de informalidad promedio en lo corrido de 2022 es del 82,5%”, precisó Carlos Holguín, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.

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“El 44,19% de las mujeres ocupadas cotizan a la seguridad social, mientras que los hombres ocupados lo hacen en un 38,18%”, precisó Julieth Ríos, investigadora que participó en el informe.

Catalina Buitrago, investigadora del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, indicó que “de acuerdo con nuestro estudio, los sectores con mayores niveles de informalidad son agricultura y ganadería con 86,57%; actividades artísticas con 76,02% y alojamiento y servicios con 75,78%. Los de menos incidencia son información y comunicaciones con 20,25% y educación con 19,6%”.

Sectores con mayor y menor calidad de vida

El estudio Trabajo decente en Colombia, de la Universidad del Rosario y la Alianza EFI, indica que “la industria cuyos trabajadores poseen una mayor compatibilidad entre trabajo y calidad de vida es educación, con un 92,37%. No obstante, la industria con la menor compatibilidad fue la de transporte y almacenamiento, con un 84,22%”, dijo el investigador Alexander Sarango.

Claudia Marcela Rozo, directora del programa de Terapia Ocupacional de la Universidad del Rosario, explicó que “en materia de equilibrio ocupacional, las transformaciones laborales en los puestos de oficina han sido más notorias con la llegada del virus del Covid-19, debido a que las compañías se vieron obligadas a buscar modalidades que respondieran a las formas de trabajo en casa. A partir de allí se implantó el trabajo remoto y se generaron cambios en los parámetros de concepción del teletrabajo, por medio de la transversalidad del uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC)”.

“A lo anterior se le suman aspectos negativos con el uso desmedido de las TIC, dado que puede traer consecuencias desfavorables para la salud, tales como tecnoestrés, entendido como el impacto negativo de las actitudes, pensamientos, comportamientos o fisiología corporal causado directa o indirectamente por la tecnología”, precisó Ana María Reyes, profesora del programa de Terapia Ocupacional de la Universidad del Rosario.

“Igualmente enfermedades laborales de esfera mental, como por ejemplo, trastorno generalizado de ansiedad, o físicos, como los desórdenes musculo esqueléticos, además de agotamiento laboral, sobrecarga de tareas y hasta burnout, conocido en español como síndrome del quemado”, agregó la experta.

“El respeto de estándares de trabajo decente y respeto de los derechos fundamentales en el trabajo resulta determinante como instrumento de distribución de riqueza, reconocimiento de ciudadanía social y sistemas de respuesta social adecuados ante adversidades como la pandemia que recientemente transitó la humanidad”, afirmó Iván Daniel Jaramillo Jassir, profesor de Derecho Laboral e investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.

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