Solidaridad con la revista Semana y su directora

Por en septiembre 29, 2023

Por Aura Isabel Olano Correa

El periódico La Campana de Popayán se solidariza con la revista Semana y su directora Vicky Dávila, que hoy fueron víctimas de una asonada por parte de un numeroso grupo de integrantes de la Minga Indígena del Cauca, que irrumpió de manera violenta en el edificio de ese medio de comunicación en Bogotá y causó algunos daños, además agredió a un vigilante y creó pánico entre quienes laboran en esa edificación, que no son únicamente de ese informativo.  

No es posible que una comunidad minoritaria que viene gozando desde hace décadas de tantos privilegios, que cada vez son mayores con recursos de los contribuyentes colombianos, actúen de manera agresiva y soez contra un medio de comunicación y con su directora, a quien irrespetaron como mujer y ser humano, cuando los dirigentes indígenas reclaman para ellos respeto a los derechos humanos.

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Acostumbrados los indígenas, en especial sus dirigentes, a hacer con el Cauca y su gente lo que se les antoja, porque según ellos y su arrogancia, son los dueños y señores de la “Pacha Mama”, en la que no hay cabida para los demás, han traspasado desde hace tiempo las fronteras de este sufrido departamento, para imponerse en otros lares, como lo hicieron con el denominado estallido social y ahora con la marcha de respaldo al Gobierno y sus reformas, convocada por el propio presidente Gustavo Petro, a quien han respaldado siempre, obteniendo en poco tiempo de este mandato generosa retribución.

Quizás la furia indígena contra la revista Semana tiene que ver con la publicación del 26 de septiembre anterior, bajo el título “Comunidades indígenas son megacontratistas en el Gobierno Petro: dos organizaciones recibirán más de $ 110.000 millones”.

Dicha publicación se refirió a cada contrato suscrito por el Cric y la Onic, con casi todos los ministerios, además con la Unidad Nacional de Protección, la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas, el Departamento Administrativo de la Presidencia, etc., prebendas que nadie tiene en el país. Pero, la revista Semana se “atrevió” a contarle al país sobre esa multimillonaria contratación, cuyos recursos salen de los impuestos, cada vez mayores, de todos los colombianos, para que la dirigencia indígena haga lo que quiera, sin rendirle cuentas a nadie, por aquello de su “autonomía”, en un Gobierno con discurso sobre la igualdad, la equidad, la pulcritud y contra la corrupción.

Si no estaban de acuerdo con la publicación, habrían podido controvertirla con argumentos ciertos, no con violencia y vulgaridad, como lo acaban de hacer.

Los indígenas han exportado al país sus vías de hecho, el taponamiento de carreteras vitales, que les ha resultado un lucrativo negocio, porque ponen de rodillas a los gobiernos de turno, como ha sucedido con las tomas a la Panamericana, sitiando a Popayán y poblaciones vecinas durante semanas, perjudicando a los usuarios de esa arteria internacional, pauperizando la economía de este departamento y llevando a la quiebra a las pocas empresas, en un 98% micros, pero eso les tiene sin cuidado a las élites y “cacaos indígenas”, que se movilizan en costosas camionetas blindadas, con escoltas pagos por los contribuyentes y demás canonjías. Del terrible taponamiento de la Panamericana en 1999, muchos comerciantes, productores agrícolas y pequeños empresarios no se pudieron reponer.

Estas organizaciones están listas siempre, en cualquier momento, a bloquear vías, a contratar numerosas chivas para llevar su minga a ciudades como Cali y Bogotá, sin darse cuenta que se están ganando la animadversión de muchos ciudadanos que antiguamente los miraban con respeto.

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