El alcalde de Popayán no puede cantar victoria

Por en julio 23, 2019

Opinión: Por Aura Isabel Olano

A los pocos días de asumir como alcalde de Popayán el contador público, César Cristian Gómez Castro, comenzaron los rumores por su falta de experiencia administrativa, que se vio reflejada en el nombramiento de un gabinete conformado, en su mayoría, por personas inexpertas, quizás pagando favores a la coalición que lo avaló y a otros partidos que se fueron sumando a su campaña, por lo que obtuvo una altísima votación que sus antecesores no habían logrado.

Luego vinieron las irregularidades, la primera, por un convenio con la Fundación Tortuga Triste para la agenda cultural de la Semana Santa de 2016, falta calificada por la Procuraduría como gravísima a título de culpa grave y lo sancionó con 11 meses de suspensión del cargo.

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La sanción fue objeto del recurso de apelación, que le fue confirmado por la sala disciplinaria. Con el fallo en firme, Gómez Castro demandó en ejercicio del Medio de Control de Nulidad y Restablecimiento del Derecho, ante el Tribunal Contencioso Administrativo del Cauca y solicitó, como medida preventiva, la suspensión provisional de los actos administrativos sancionatorios, que es lo que se acaba de producir.

Con ponencia del magistrado Naun Mirawal Muñoz, el Tribunal admitió la demanda, concedió la suspensión provisional y ordenó el reintegro provisional del alcalde que estaba suspendido, pero la decisión definitiva se debe tomar en la sentencia.

¿Cuándo se producirá ese fallo definitivo a favor o en contra de César Cristian Gómez Castro? No se sabe. Pueden ser días, meses y tal vez unos años. Entre tanto, regresó al despacho como si hubiera ganado todas las batallas y fuera un perseguido político. No sabemos aún si la Procuraduría, que es la entidad demandada, puede apelar la decisión y en tal situación resolvería el Consejo de Estado en segunda instancia.

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Este caso no es el único que enfrenta el reintegrado provisionalmente alcalde de Popayán, quien tiene asuntos pendientes en otras instancias judiciales, como la Fiscalía.

En el período de Gómez Castro, que está por terminar, Popayán no ha “Vivido el Cambio”, sino un terrible retroceso en todos los ámbitos, en especial por la falta de gobernabilidad y de ética pública.

Vivimos una tragicomedia, pero a diferencia de esa obra dramática, estas lamentables escenas a lo largo de más de tres años, no nos producen risa, sino vergüenza y tristeza por Popayán. La responsabilidad de lo sucedido, no solo la tiene Gómez Castro, un personaje gris, sino también quienes lo avalaron, respaldaron y lo llevaron a que dirigiera los destinos de la ciudad. También existe alta cuota de responsabilidad en los electores, que no les importa quiénes los gobiernen, sino qué les ofrecen a cambio del voto.

En este preciso momento de entrega de avales, de coavales, de adhesiones, que ya pronto se verán, con miras a las elecciones regionales del 27 octubre de 2019, quienes se erigen como líderes políticos, dueños y señores de los avales en feria, no pueden seguir escogiendo candidatos a cargos de elección popular para que lleguen a la administración pública a servirles con contratos, burocracia y demás beneficios. Además, hay personajes en Popayán, que sin tener una real representación política, imponen candidatos para proteger sus intereses.

Ad portas de una nueva elección de mandatarios y miembros de corporaciones públicas, lo sucedido en Popayán nos debe llevar a cada uno de los ciudadanos a asumir nuestra gran cuota de responsabilidad en la escogencia de quienes van a regir los destinos, tanto de esta capital como del Cauca, que sean profesionales idóneos, con experiencia administrativa comprobada, dueños de especial solvencia ética, sobre quienes no haya ni una sola sombra de duda.

Para Popayán se requiere un alcalde con visión de ciudad, un planificador, no cortoplacista, sin baratos populismos, que sea capaz de orientar la ciudad hacia nuevas metas de desarrollo sostenible, aprovechando el potencial que tiene en distintos aspectos, entre ellos el turismo, el emprendimiento, la tecnología, la gastronomía. Que entienda la importancia y la utilidad del sector histórico como patrimonio cultural, arquitectónico e histórico, que es eje fundamental del turismo, fuente de ingresos para la ciudad y su gente. En Popayán hay mucho por hacer, pero se requiere de compromiso, de voluntad política, de preparación, de sentido de pertenencia y conocimiento.

No se puede cometer el mismo error de hace cuatro años, de ahí que los avales no se deben entregar como dulces en piñata.

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