Reflexiones sobre el oficio y la industria de medios de comunicación

Por en febrero 9, 2023

Aprovechando la celebración del día del periodista, quiero compartir con ustedes unas breves reflexiones sobre el oficio y sobre la industria de medios de comunicación:

Por Carlos García

– La urgencia de diversificar los modelos de negocio. La crisis de financiación de los medios pasa por el cambio de comportamiento de consumo de las audiencias por el uso y masificación de los dispositivos y aplicativos conectados a Internet. La publicidad, como fuente principal de financiación de los medios, se transformó y fue a buscar a las plataformas que le aseguran un alcance directo con las audiencias. Las marcas ya no necesitan a los medios para instalar sus productos y servicios. ¿Se fue para siempre la publicidad de los medios? No. Los formatos publicitarios deben transformarse a las prácticas de consumo actuales, a las narrativas digitales y corresponde a los medios ofrecer una audiencia de calidad para que las marcas los consideren como aliados. Por otra parte, diversificar los modelos de negocio implica crear otras vías de ingresos que soporten la existencia del periodismo de calidad. Bienvenidos sean los emprendimientos periodísticos como contrapeso al monopolio de unos pocos y al centralismo de la información. 

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El valor del periodismo, el valor de la información. La crisis de credibilidad se suma a la de la financiación. La confianza en los medios sigue disminuyendo y hay quienes prefieren evitar las noticias porque consideran que afectan su salud mental, sobre todo en las audiencias jóvenes. Esto plantea un reto enorme para la subsistencia a futuro de los medios de comunicación que no han podido cautivar a los nativos digitales y mucho menos a los nativos sociales. La edad promedio del suscriptor a muros de pago de medios de comunicación es de 50 años (Digital News Report, 2022). Esto por supuesto tiene tanto de ancho como de largo. Sumemos aquí la calidad de los contenidos y la dictadura del clic que obliga a algunas casas periodísticas a producir contenidos efectistas para elevar sus cifras de tráfico sin ninguna intención de construir comunidades o nichos de audiencias. El afán por el ranking de Comscore (quien mide los tráficos online de los medios de comunicación) empuja a los medios a inundar de contenidos con titulares e imágenes sensacionalistas que solo pretenden el clic de una audiencia anónima que llega como paracaidista al sitio web por los impulsos amarillistas en las redes sociales. Se privilegia el tráfico de vanidad sobre el tráfico de calidad (García, 2021). Ese tráfico de vanidad se construye sobre contenidos que mancillan el valor del periodismo en el que, por ejemplo, un tema judicial pasa rápidamente a la sección de entretenimiento y entra en el juego del morbo por el afán del clic.

– El abuso de Twitter, los periodistas como influenciadores y el exceso de opinión. Nada más basta con pasar cada mañana por algunas de las radios de alcance nacional para entender el uso y abuso de las redes sociales mediante el marketing de guerrilla con hashtag tendenciosos y alejados de la información noticiosa. Si los gerentes de medios miraran con juicio el nulo retorno de la inversión en Twitter, dedicarían a sus periodistas a producir información, a instalar conversaciones basadas en investigaciones periodísticas y no en la afanosa lectura de los hashtags y tendencias de escritorio. Twitter es un club reducido de odiadores profesionales con cero posibilidades de monetización para los medios y con enormes posibilidades de afectación reputacional a sus marcas. Por esa misma lógica y en ese contexto, los periodistas elevan su presencia como influenciadores y eliminan por completo la línea necesaria entre opinión e información. Editorializan frente al micrófono, editorializan opinando con los hahstags que a la fuerza pretenden posicionar en los primeros lugares. Esto sin hablar de las mesas de debate y su supuesta imparcialidad presentando a varios puntos de vista. La polarización y la manipulación también son algunos de los elementos que alejan hoy a las audiencias de las noticias. Por otra parte, la exaltación de algunos periodistas va en detrimento del ejercicio periodístico. La noticia no debe ser el periodista. 

–  La producción, distribución y monetización de contenidos periodísticos en los ambientes digitales. El periodismo debe ser el mismo: con rigor, investigación, contrastación de fuentes. Estar en digital no debe ser sinónimo de ligereza. Pero también se debe transformar la producción de contenidos con narrativas que atraigan a las audiencias que habitan en lo digital, aprovechando todas las herramientas que hoy procura Internet. La distribución debe entender cuáles son las pantallas que usan hoy las audiencias y cómo consumen en ellas el contenido periodístico y de entretenimiento. Basado en ello, la distribución se aleja cada vez más de las páginas web de los medios, de sus pantallas tradicionales, y se inserta en las plataformas sociales y de consumo de video y de audio. Entonces, corresponde a cada medio establecer rutas claras de distribución de contenido que permita capturar audiencias, llevarles el contenido periodístico hasta donde ellas habitan y trabajar arduamente sobre la instalación de marca. En toda esta ruta, debe incorporar a su modelo de negocio los ingresos que se perciban por el consumo y distribución de los contenidos en plataformas de terceros. Esto obliga a los medios a pensarse como casas que producen contenidos periodísticos y de entretenimiento y los distribuyen y monetizan en cualquier pantalla donde los usuarios quieran consumir el contenido. Llamarse solo televisión, radio o prensa, está mandado a recoger. En este orden, corresponderá a los medios estar atentos a las plataformas, a los desarrollos tecnológicos, a los cambios en la industria digital. Por estos días, por ejemplo, dejará de funcionar Instant Articles de Facebook y la única forma de monetización que queda por ahora para los medios es video in sream, esto es, la publicidad en los videos. A incrementar la producción en video… y en audio por el auge del podcast. Es imprescindible entonces que en la estrategia de distribución y monetización se contemple a las plataformas como Facebook (que sigue siendo el gran referido de tráfico), YouTube y YouTube Shorts, Instagram, TikTok, Kwai, entre otras. 

De paso, feliz día para los colegas que insisten en el periodismo para construir sociedades más informadas, democráticas e incluyentes.

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