La Plaza Carlos Albán, ¿otra galería del barrio Bolívar?

Por en febrero 26, 2021

Por años los payaneses han esperado la remodelación de la plaza de mercado de ese sector de la ciudad, pero nada se ha hecho al respecto, ahora hay “sucursal”.

Por Aura Isabel Olano

El desorden y las basuras que han imperado por décadas en la galería del barrio Bolívar, muy cerca del sector histórico de Popayán, se han “replicado” con las ventas informales que han invadido a la vecina plaza bicentenario Carlos Albán, que se construyó para ir mejorando esa zona de la ciudad, a la que se le está debiendo el tan mencionado y nunca materializado Plan Parcial, en cuyo estudio la administración local invirtió $ 270 millones, de hace años, y fue adoptado por norma Municipal.   

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En febrero de 2017 a la entonces Administración de “El Cambio” se le ocurrió la idea de trasladar la galería del barrio Bolívar a la plaza Carlos Albán. Ante semejante iniciativa, este portal le recordó que, por tratarse de un bien de uso público, su destinación solo se podría cambiar con autorización del Concejo de Popayán, y que darle tal utilización, sería incurrir en un acto ilegal.

La plaza Carlos Albán, que se construyó para el disfrute de la ciudadanía payanesa, hoy está convertida en galería.

Al respecto, este periódico le citó la sentencia T-575/11 de la Corte Constitucional, que dice: “Los bienes de uso público propiamente dichos están sometidos a un régimen jurídico especial y son aquellos bienes destinados al uso, goce y disfrute de la colectividad y, por lo tanto, están al servicio de esta en forma permanente, con las limitaciones que establece el ordenamiento jurídico y la autoridad competente que regula su utilización. Ejemplos de este tipo de bienes son las calles, las plazas, los parques, los puentes, los caminos, etc., y frente a ellos el Estado cumple simplemente una función de protección, administración, mantenimiento y apoyo financiero. Así mismo, los bienes de uso público figuran en la Constitución como aquellos bienes que reciben un tratamiento especial, ya que son considerados como inalienables, inembargables e imprescriptibles. Los bienes de uso público son inalienables, es decir, no se pueden negociar por hallarse fuera del comercio en consideración a la utilidad que prestan en beneficio común, por lo que, no puede celebrarse sobre ellos acto jurídico alguno. Esta característica tiene dos consecuencias principales: la de ser inajenables e imprescriptibles. La inajenabilidad significa que no se puede transferir el dominio de los bienes públicos a persona alguna; y la imprescriptibilidad, es entendida como el fenómeno en virtud del cual no se puede adquirir el dominio de los bienes de uso público por el transcurrir del tiempo, en el sentido que debe primar el interés colectivo y social. Así, su finalidad es la conservación del dominio público en su integridad, toda vez que es contrario a la lógica, que bienes destinados al uso público de los habitantes puedan ser asiento de derechos privados. Desde el punto de vista jurídico los bienes de uso público de la Nación no pueden ser ocupados por los particulares a menos que cuenten con una licencia o permiso de ocupación temporal”, indica la Corte.

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Además, se violaría la ley 9 de 1989, en cuanto a la definición de espacio público, concepto aplicable a la plaza Carlos Albán, nombre dado en homenaje a la memoria de este importante científico payanés, quien fuera matemático, inventor, militar, médico y cirujano, periodista, abogado e ingeniero civil, por lo que es lamentable que esté hoy convertida en una plaza de mercado, que sea la extensión de la galería del barrio Bolívar, de la cual también han salido los canastos y costales con frutas, verduras y demás productos, a las calles del centro histórico de Popayán, sin que las administraciones de esta villa hayan podido establecer el orden, organizar esos mercados, mejorar su infraestructura, combatir los vicios y otros graves problemas que existen al interior de esa plaza de mercado, de la cual unos avivatos se vienen lucrando desde hace muchísimos años de este bien municipal. Nadie le ha puesto o no le ha querido poner el cascabel al gato.

Es increíble que un espacio público, como es la plaza bicentenario Carlos Albán, con el que se pretendió mejora el sector para el disfrute de la ciudadanía, obra en la que se hizo una importante inversión, hoy esté convertida en otra caótica plaza de mercado, en un sitio de cargue y descargue de productos, en parqueadero de carretillas y motos.   

 ¿En dónde quedó el Plan Parcial del barrio Bolívar? En la ciudad, en lugar de evolucionar, lastimosamente venimos de tiempo atrás involucionando.

Tiene la palabra el Gobierno “Creo en Popayán”. 

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