La ciencia lo comprueba: transformar los espacios favorece el bienestar de las personas

Por en enero 30, 2024

Realizar pequeños cambios en los hogares o habitaciones pueden obrar grandes cambios en las personas para mejorar su bienestar y productividad.

En octubre del año pasado, el Ministerio de Salud y Protección adelantó una encuesta con casi 3.500 colombianos para indagar sobre su salud mental. Los resultados fueron abrumadores: el 66,3 % de los encuestados declaró que en algún momento de su vida ha enfrentado algún problema de salud mental.

Yendo un poco más allá, el Ministerio preguntó “¿cuál es el espacio más propicio para generar problemas de salud mental?”. Casi la mitad de los encuestados (44,5 %) respondió que “la casa” era ese espacio. “Llama mucho la atención que justo el lugar donde más protección se debería percibir sea el mismo donde casi la mitad de la población se sienta más vulnerable”, señaló el Ministerio al presentar los resultados de la encuesta.

PUBLICIDAD

Frente a esta situación, hay una buena noticia: la transformación de los espacios puede impactar, de manera positiva, la salud mental y el bienestar de las personas. “Hacer cambios en nuestra casa o habitación, por ejemplo, sin importar si son grandes remodelaciones o pequeñas modificaciones, pueden obrar grandes transformaciones en las personas, tal y como lo han demostrado varios estudios relacionados con la iluminación, los colores, el uso de plantas, el orden y la limpieza, entre otros”, explica Mariano Lanus, subgerente comercial de Homecenter.

En ese sentido, un reciente estudio publicado por la revista Nature Mental Health indica que las personas que están expuestas a la luz del día tienen un menor riesgo de sufrir depresión, estrés o ansiedad, mientras que aquellos individuos que por el contrario reciben una gran cantidad de luz en las noches incrementan en 30 % el riesgo de desarrollar enfermedades mentales.

Así, una vivienda con poca iluminación envía al cerebro impulsos que se pueden traducir en malestar, mientras que, por el contrario, una casa con suficiente luz genera sensaciones de bienestar y comodidad. “Hay que saber además que estas reacciones sensoriales tienen a continuación un impacto en aspectos como nuestra vista, tensión arterial o sistema reproductivo”, afirmó la española Rita Gasalla, experta en neuro arquitectura en una entrevista con la revista Hola.

Justamente la neuroarquitectura es una novedosa rama de la arquitectura tradicional que se encarga de analizar —a partir de evidencia científica— cómo los espacios que habitamos impactan el cerebro, las capacidades cognitivas, las emociones y el comportamiento, es decir, nuestro bienestar en general.

Orden, plantas, colores y espejos

PUBLICIDAD

Mantener la casa en orden también favorece nuestro bienestar e, incluso, mejora nuestra productividad. De acuerdo con un estudio adelantado por la Universidad DePaul en Chicago la acumulación de objetos dentro de los hogares no solo produce un caos visual, sino que además puede llegar a aumentar los niveles de cortisol —hormona responsable del estrés—, además de afectar el bienestar personal y promover la procrastinación.

“Limpiar nuestro hogar no solo se traduce en salud física, sino que también nos brinda tranquilidad mental y mejora nuestro confort. A medida que el entorno en que nos movamos esté ordenado, nuestra mente también estará mejor preparada”, explica Adriana Fernández de Homecenter.

Por otro lado, tener plantas en casa, contar con impresiones florales dentro del hogar o pintar con colores que asemejen la naturaleza (en especial azules y verdes) pueden generar sensaciones de tranquilidad y calma en el cerebro. Esta tendencia es conocida como diseño biofílico, y señala que las personas tienen un deseo innato de conectar con la naturaleza. “La exposición a imágenes de naturaleza llevan a nuestro cerebro a un estado de mayor tranquilidad. Para muchos, la naturaleza significa un descanso”, indicó al Washington Post el doctor Marc Berman, director del Laboratorio de Neurociencia Ambiental de la Universidad de Chicago.

Y así como el uso de alegorías a la naturaleza en el interior de los hogares puede generar calma, la utilización de ciertos colores también favorece el bienestar de las personas.  De acuerdo con la teoría del color de Goethe el azul genera un efecto de relajación, el morado favorece la espiritualidad, mientras que el verde propende por la armonía y el equilibrio.

Otro elemento que transforma el entorno y puede generar bienestar en las personas es el uso de espejos. Según un estudio de la Universidad de Bellas Artes de Shanghái, publicado en 2021, está científicamente comprobado que los espejos y otros elementos de cristal hacen creer a nuestro cerebro que los espacios son más grandes de lo que realmente son. Un fenómeno que, además, se puede reforzar utilizando el color blanco que también da esa sensación de amplitud de los espacios.

Por último, pero no por eso menos importante, un estudio de la Universidad de Shanghái, publicado en la revista Current Biology, indica que estar en un entorno cómodo, seguro y relajado aumenta los niveles de serotonina, que es conocida como la hormona de la felicidad. Es claro, la ciencia evidencia que nuestros entornos impactan de manera directa nuestro bienestar.

“En suma, no hace falta hacer grandes inversiones para poner en marcha transformaciones de los espacios que redunden en bienestar para las personas. Pequeños cambios pueden impactar de manera positiva la salud mental de las personas, así que manos a la obra para conquistar, a través de los entornos, el bienestar y la tranquilidad.

  • Fotos:  Nature Mental Health
  • Current Biology

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply