José Luis Diago quiere ser alcalde de Popayán y dice conocer todos los problemas de su ciudad

Por en mayo 30, 2023

Como no hay cuña que más apriete que la del mismo palo, dice que los mayores ataques los está recibiendo del fuego amigo.

Por Aura Isabel Olano

Soledad Victoria Olano

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Popayán es una ciudad de oportunidades, pero hay que hacer una cualificación del recurso humano si queremos que esta ciudad sea turística todos los días del año, para que no solo durante la Semana Santa y el Congreso Gastronómico se mueva la economía local, sino generar una industria del turismo, tenemos el centro histórico, también las fincas, el ecoturismo y el avistamiento de aves, le dijo al periódico La Campana el candidato a la Alcaldía de Popayán, exrector de la Universidad del Cauca, médico José Luis Diago Franco, quien aspira al primer cargo del municipio por el movimiento Mais.

Afirmó, que no se quedará en el problema, sino en la oportunidad. “Si queremos jalonar el turismo, es obligatorio que los jóvenes de Popayán hablen mínimo dos idiomas, también hay que preparar a la gente para atender al público con amabilidad. Conozco todos los problemas que tiene la ciudad”.

Comentó que en su campaña el problema que tiene es el fuego amigo, porque los mayores ataques los ha recibido del grupo en el que está aspirando a la Alcaldía de Popayán, a la que también aspiran candidatos de ocho o nueve partidos. “Soy optimista, ante los ataques cierro los ojos, respiro profundo y les digo: soy una persona sensible, por favor sean más justos, pero en la guerra política no hay sentimientos, no obstante, sigo en la lucha con o sin aval. El proyecto lo vamos a finalizar con la elección el próximo 29 de octubre”.     

L.C. ¿Cuál partido o movimiento lo avala?

J.L.D.F. Tengo el aval del Movimiento Alternativo Indígena y Social Mais. Hay unas restricciones del Consejo Nacional Electoral, sobre la publicidad de los candidatos que son los últimos dos meses y la contratación de redes entra a la contabilidad general de la campaña.

L.C. ¿Por ahora no publicidad, sino entrevistas y conversación con las comunidades?

J.L.D.F. En ese sentido estamos hablando con las comunidades, estamos saliendo y eso no le ha gustado al Pacto Histórico.

L.C. ¿Porque le quita gente al Pacto Histórico?

J.L.D.F. Según el politólogo Gabriel Rosero, aspirante al Concejo de Popayán, hay varias candidaturas en el Pacto Histórico, pero hay unas que son de extrema izquierda, que es la extrema tradicional rancia de Popayán y de Colombia, y nosotros hemos optado por una figura que convoque a la gente de derecha, de izquierda, de centro, a los empresarios, a los que siempre han vivido en Popayán y a quienes no son de la ciudad, la figura que convoca es el profesor Diago.

L.C. ¿Qué dice esa rancia izquierda de usted?

J.L.D.F. Dice que soy un lacayo de Campo (Óscar Campo, representante a la Cámara), no hacen sino insultarme, porque también dice que soy burgués.

L.C. Y usted ¿qué responde?       

J.L.D.F. Les respondo que sí, que me gusta vivir bien y si estuviera viviendo en la edad media, sería feliz siendo el director del burgo.

José Luis Diago Franco, aspirante a la alcaldía de Popayán, con aval de Mais.     

L.C. ¿Es su salto de la academia a la política?

J.L.D.F. La academia es política, porque la política bien entendida no es solamente lo electoral, sino servirle a la comunidad, y la politiquería es ofrecer lo que no se puede cumplir y utiliza el poder para el bien propio.

L.C. Hay muchas quejas acerca de la gestión de la actual administración, en especial por promesas incumplidas. ¿Qué piensa usted?

 J.L.D.F. Quiero hacer un comentario, no voy a hablar mal del pollo (Juan Carlos López, alcalde de Popayán), porque es muy fácil saliendo él de su periodo darle duro, yo soy más de buscar las oportunidades que tiene Popayán de salir adelante.

L.C. ¿Qué haría usted para desarrollar los proyectos de renovación de la galería del barrio bolívar y su área de influencia?

J.L.D.F. En el Plan Nacional de Desarrollo hay una partida para el fortalecimiento de las plazas de mercado, su concepto en lo estético cambia, porque son el centro de las economías populares de Popayán. Estos centros de comercio han permitido que las colonias hagan el desarrollo de las economías populares, el intercambio de productos y han logrado darle un sostenimiento económico a la ciudad.

L.C. Organizar las plazas de mercado como verdaderos centros de la economía popular, también implica mejorar lo estético, velar por el medio ambiente, por la salubridad, porque la gente está vendiendo entre el barro y la basura. ¿Cómo hacer para que sean sitios agradables y turísticos como en otros países?

J.L.D.F. En eso no discuto, no hago mercado en el barrio Bolívar, pero sí voy a mesa larga, que ha mejorado un poco. También estoy de acuerdo con usted en las condiciones de salubridad, las plazas de mercado deben ser sitios de turismo, como en el Ecuador. Lo que pasa es que en la propuesta que hizo el alcalde (Juan Carlos López) para la plaza del barrio Bolívar se enredó con la participación de la comunidad, no hubo un diálogo tranquilo.

L.C. Y en cuanto al problema del centro comercial Anarkos, ¿qué piensa?

J.L.D.F. En el centro comercial Anarkos hay otro problema, que el 94% es privado y la única figura es la enajenación y el alcalde que sea, tiene que comprar eso, no sé cuánto costará, pero cuesta mucha plata. Tengo entendido que ya está contratada la demolición. Ese asunto es un problema, es una historia muy larga, desde cuando el municipio comenzó a vender los garajes.

L.C. Pero, ¿qué quiere hacer?, ¿cuáles son sus iniciativas para la ciudad?

J.L.D.F. Tengo una iniciativa bastante extraña para los tradicionales, que es trabajar sobre los valores de la familia. Uno encuentra que, en los hogares de Popayán, en un 30% hay ausencia de padres, entre un 20% y 30% son mujeres cabeza de familia y una población entre 30000 y 35000 jóvenes nini, que ni trabajan ni estudian, entonces tenemos que ir avanzando, porque esas problemáticas sociales confluyen en temas de seguridad. Si empezamos a trabajar desde el colegio, en la primera infancia en los valores, en escuela de padres para que estén más pendientes de sus hijos y recuperar a los abuelos para que ayuden en el cuidado de los niños, se contribuirá a la formación de nuevos ciudadanos de Popayán.

L.C. Una problemática social es el hacinamiento, en una vivienda improvisada habitan muchas personas. ¿Qué proyecta en este sentido?

J.L.D.F. Una de las alternativas de solución es construir viviendas de 100 metros cuadrados, de los cuales 76 metros sean de construcción y el resto para que hagan huertas caseras. Es lamentable que en una sola pieza convivan la pareja con dos o tres hijos, incluso con cuñados, suegros y abuelos. 

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L.C. ¿Y los recursos de dónde pueden salir para que las familias accedan a casas más grandes y mejores condiciones de vida?

J.L.D.F. Hay fondos destinados para eso; ya el gobierno nacional destinó unos dineros para el Banco de Tierras. Uno cuando entra a estudiar el tema de vivienda en Popayán, se da cuenta de que hay un lío muy grande, porque encuentra unos urbanizadores de las nuevas parcelas, que son los que están depredando el área rural sin ningún control y afectando el agua de la ciudadanía. Miremos la zona de expansión que queda de la variante hacia el Batallón, es una zona muy grande con más de 600 hectáreas y si la declaramos banco de tierras, el metro cuadrado que puede estar en unos $50 000, y si no se declara banco de tierras costará un millón y la única posibilidad que tiene la gente de bajos recursos, es que se declare banco de tierras a un precio adecuado.

L.C. Se ha permitido invadir predios cerca de los ríos y quebradas, con inviernos fuertes se producen inundaciones que generan problemas sociales. ¿Qué propone al respecto?

J.L.D.F. Lo ideal es la reubicación, pero la gente no sale, es un tema muy importante que hay que ver en Popayán. Nuestro alcantarillado no es pluvial, eso quiere decir que cuando se presentan tormentas con fuertes precipitaciones se inundan muchos sectores de la ciudad, se debe revisar el tipo de acueducto que necesitamos y unos sistemas para capturar el agua cuando hay tempestades y otro para que el agua sea absorbida por la tierra.

L.C. ¿Cómo sería ese tipo de acueducto?

J.L.D.F. Toca hacer una revisión técnica. Hay otras alternativas aparte de la Ptar (planta de tratamiento de aguas residuales), como son las algas, almejas y bacilos, son las mejores y no causan tanto daño al medio ambiente, no son sonoras ni necesitan combustible.

L.C. ¿Se siembran?

J.L.D.F. Se siembran, se precipitan y van al fondo, tocará preguntarles a los que saben. Se hacen como unas piscinas para decantación, es un tema que hay que estudiarlo. Pero, cuántos años llevamos intentando montar la Ptar, a la que la gente del Ortigal se opuso.

L.C. En cuanto a la seguridad de la ciudad, ¿qué piensa que se debe hacer para garantizarla?

J.L.D.F. Es necesario trabajar en los valores de la familia, hay que generar una nueva ciudadanía y un espíritu comunitario. A una pensadora le preguntaron, cómo se conseguía la seguridad en las calles. Ella respondió que metiéndoles ojos a las calles. Eso quiere decir que las calles tienen que ser pobladas nuevamente por las personas, no encerrarnos y hacer viviendas desconectadas de la calle, hay que vivir lo público y lo privado. Esta pensadora plantea que los informales pueden trabajar en la calle, liberando los andenes para que la población no tenga problema en la movilidad. Si ponemos el centro de la ciudad amable, que la gente pueda trabajar hasta las 10 o las 11 de la noche, ganamos mucha seguridad, porque la inseguridad está dada cuando las calles se las dejamos a los ladrones.

L.C. ¿Qué plantea para mejorar la movilidad en Popayán, en donde la indisciplina es uno de los factores de riesgo?

J.L.D.F. Primero que todo, hay que tener educación comunitaria, analizar la peatonalización del centro de Popayán, por ahí empieza todo. Se debe recuperar el espacio público para los peatones. Hay unas variables que no se han tenido en cuenta, el precio de la gasolina va desestimar el uso del vehículo.

L.C. Pero, ese incremento en el precio de la gasolina estimula la compra de motocicletas.

J.L.D.F. Hay una gran población de municipios cercanos que viene a trabajar a Popayán, y lo que educa a los infractores es la fuerza de la ley, las sanciones de la Policía de tránsito, que hay que recuperar, al que esté mal parqueado, que la grúa llegue y se lleve los vehículos. Al motociclista que no tiene casco se le debe quitar la moto hasta que cumpla la infracción, porque hay que recuperar el orden en la ciudad.

L.C. ¿De qué otra forma se desestimula el uso de vehículo particular y motos?

J.L.D.F. Estoy pensando la manera para que el transporte sea subsidiado para desestimar el uso del vehículo particular, se debe hacer un estudio jurídico al respecto.

L.C. ¿Se puede con el presupuesto municipal subsidiar tantos proyectos?

J.L.D.F. Creo que se pueden hacer descuentos por medio de algunos impuestos que pagan las seis empresas de transporte de la ciudad, algunas de ellas están dispuestas. Esa es una parte del Sistema Estratégico de Transporte Público. De hecho, hicimos un ejercicio con la Universidad del Cauca y las empresas, un acuerdo mancomunado. Los estudiantes pagaban $ 500 y el resto lo asumen entre la empresa y la universidad.

L.C. A propósito del SETP, que data casi de comienzos del 2000 y no arranca, ¿está desactualizado? ¿Debe revisarse?

J.L.D.F. Sí, hay que revisarlo y eso nos va a dar la alternativa para pensar Popayán, no solo a los próximos diez años, sino con miras a cincuenta años. Además, esta es una ciudad tradicional en donde el control político y administrativo están en el sector histórico, por lo que hay que descentralizar muchas oficinas para que la población no tenga que acceder tanto al centro y evitar la congestión.

L.C. Esas iniciativas son importantes: el control de las autoridades, educar a la gente, buscar soluciones al transporte, pero la ciudad crece y requiere más vías. ¿En qué alternativas ha pensado?

J.L.D.F. Se debe revisar la zona lenta, paralela a la Panamericana. ¿Quién es el propietario?, ¿el Estado o los particulares? Ese es uno de los problemas que tenemos. Se debe ampliar la variante. El proyecto de la variante oriente sería otra gran ayuda para la movilidad, hay que analizar el aspecto medioambiental. Igualmente, en cuanto al servicio de transporte, hay que regular las paradas cada ocho cuadras. La peatonalización es compleja, porque la ciudad es como un huso, delgadita y alargada.

El problema vial no se soluciona en cuatro años. Hay que organizar el tránsito a través de la peatonalización del centro de la ciudad, ese es un factor que presiona la reorganización de las vías, porque no se pueden planear si no se tiene una zona protegida para los transeúntes y determinar cuál va a ser el área de peatonalización de acceso y salida al centro; hay que hacer ciclos circulares para garantizar la fluidez del transporte público que debe ser robusto y con gran capacidad para movilizar a la gente, para no tener dificultades, pero uno no puede analizarlo sin conocer la planeación del Sistema Estratégico de Transporte Público de Popayán, tema de obligada revisión. Igualmente, hacer control de los vehículos en las zonas de mayor congestión es una prioridad.

L.C. Pero, entretanto, ¿qué se puede hacer con la movilidad?

J.L.D.F. Están los medios alternativos como la bicicleta, existe un corredor vial que arranca cerca del cementerio central y termina en la transversal novena, que es en la autopista; está la ciclovía que sale de la Facultad de Ciencias de la Salud y termina en el estadio. Si la lográramos habilitar hasta el barrio Bello Horizonte, a través de la vereda González, sería muy bueno. La Universidad del Cauca tiene el proyecto Universicleta, con una cobertura pequeña, pero junto con el de la Alcaldía, puede hacer un proyecto más consolidado.

L.C. ¿Qué medidas tomaría para que los conductores respeten las señales de tránsito y hacer más segura la movilidad en bicicleta?   

J.L.D.F. El tema es pura educación y control con ejercicio de autoridad; pero, precisamente, el control de autoridad no es muy fuerte en Popayán y la gente toma decisiones motu proprio, afectando a los demás, por eso es importante generar una nueva forma de educar a los ciudadanos jóvenes.

L.C. Cuando hay más espacio público, también aumentan las ventas ambulantes. Usted qué manejo le daría a esta situación, que en muchos casos obedece a economía subterránea y la DIAN no investiga.

J.L.D.F. Primero que todo, hay que peatonalizar el centro y habilitar unas zonas para la ubicación controlada de los informales, siempre y cuando dejen los andenes libres, este es un tema que  recomienda las Naciones Unidas para el hábitat, porque en todas las partes del mundo hay informales; he hablado con esa población y le he dicho que no voy a hacer una campaña en su contra, sino en el mejoramiento de las condiciones para que pueda ejercer su trabajo, pero también debe ser solidaria con la ciudad.

LC. Cocinan en las calles, manipulan alimentos sin ningún control sanitario. ¿Qué hacer al respecto? 

J.L.D.F. Es muy importante formalizar a los vendedores ambulantes, así los empujamos a que cumplan una serie de normas, así no podrían tutelar porque tendrían las garantías a su derecho laboral. Mientras son informales tienen la excusa que les están vulnerando sus derechos, pero no tienen deberes. Si los formalizamos tienen deberes y si los incumplen, ahí sí se puede cancelar su trabajo, porque estarían faltando a los acuerdos. Es clave una formalización, pero se necesita mucho personal de la Alcaldía y el respaldo de la DIAN, es importante la formalización, el conteo y tener presente cómo está funcionando la economía informal alrededor del centro de Popayán.

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