Democracia o Demo-cidio en Colombia

Por en junio 9, 2022

Por Andrés Illera

La democracia en Colombia aún está palpitando, y como ciudadanos de esta nación estamos experimentando en la actualidad una metamorfosis que nunca antes habíamos vivenciado, seremos testigos de una ruptura del sistema tal y como lo conocemos hoy en día, lo cual sería un “demo-cidio” o el de una preservación y fortalecimiento de la democracia, nos podemos preguntar, entonces, ¿cuál es esa transformación?

Esta respuesta podrá apreciarse desde dos escenarios, el primero de ellos es la aparición en Colombia de un fenómeno contemporáneo, que en ciencia política llegó a denominarse neo-populismo y uno de los ejemplos más significativos y quizás de mayor recordación para América Latina a finales del siglo XX fue la aparición de Hugo Chávez en Venezuela, un sujeto que reformó el estado siguiendo su propia visión económica con imposición, creando un estado personificado, carente de un partido, dominando todo el sistema político e institucional de esta nación.

PUBLICIDAD

Este ejemplo permite analizar por qué un candidato neo-populista a la Presidencia de Colombia ha surgido, y es debido a la fragmentación del pueblo no representado, a la crisis de corrupción institucional actual y la débil o frágil respuesta a las demandas de los ciudadanos, en la coyuntura actual, me atrevería a decir que un neo-populista es el candidato Hernández, quien carece de un partido político, ya que el sistema partidista está en crisis, no hay un portavoz ni representantes, estos solo buscan adherirse a quien tiene opción de quedar electo.  El candidato Petro esta sostenido por un partido, hay muchos sectores organizados, y hay una fuerza política en la cual no existiría una crisis de representación.

El segundo escenario de esta metamorfosis en Colombia es un fenómeno político que se viene repitiendo en este siglo XXI en diferentes estados-nación, y son denominados como “nuevos estados despóticos” tal y como lo manifiesta John Keane (The new despotism. Harvard university press, may 2020). Como ejemplos en la región tenemos a Trump y Bolsonaro, quienes de forma continua atacaron los principios democráticos de respeto a las diferencias de los ciudadanos, han sostenido el uso de la fuerza del Estado como su eje de gobierno, no prestan atención a los actos continuos de violencia, ya que son parte de sus propios seguidores, se han nutrido de las brechas de distribución de la riqueza, y de forma regular involucran los negocios con la política; la institucionalidad de actos de corrupción es aceptada como garante de su dominio en la agenda política y un control inteligente de los medios de comunicación lleva a la polarización de la opinión pública. Si analizamos este fenómeno en nuestro país, es evidente que la administración actual de gobierno en Colombia confluye en estas características, y es muy preocupante observar que un candidato como Hernández está logrando representar en elecciones este tipo de despotismo.

De mis estudios políticos recuerdo a Alexis de Tocqueville, quien plasma con una singularidad absoluta la importancia de entender el Estado como regulador, en donde además de regular, controla las funciones colectivas en un orden institucional, haciendo prevalecer las leyes gestadas por los aparatos administrativos vestidos de poderes legislativos, ejecutivos y judiciales, dándole una prioridad al individuo como autorregulador de sus comportamientos sociales, adquiriendo un compromiso estatal expedido por norma constitucional; estas funciones del estado implican el sostenimiento de una democracia dentro de un estado, y este a su vez mantenido por el principio de estado social de derecho, lo que es una relación muy cercana entre estado y sociedad

Lo anterior es lo que podríamos preservar, ya que es próximo a nuestra realidad, por ello el cuidado de la democracia es de significativa importancia, como sociedad civil activa es vital que nuestras interlocuciones tengan un nivel de pensamiento más argumentado o de mejor nivel. Muchos de nosotros tendremos diferencias en el escenario político que no se sobrepone a lo constitucional, y si no se protege la democracia y nos quedamos en interlocuciones vacías, se podrá generar un entorno con características ideales para la aparición del déspota y neo-populista que, por supuesto, no sería lo ideal para nuestra nación el demo-cidio, no es una opción.

You must be logged in to post a comment Login

Leave a Reply