Ante inacción en defensa del patrimonio, veedores le comunicaron al alcalde de Popayán su retiro

Por en septiembre 14, 2021

“Acciones de destrucción del patrimonio artístico y cultural de la ciudad, como de su mobiliario urbano, constituyen delitos que deben ser investigados y sancionados”.

Con fecha 7 de septiembre, el presidente de Veer Popayán, Juan José Vivas Fernández y los  los veedores María Teresa Amaya Valdivieso y José María Arboleda Castrillón, sentaron su voz de protesta en carta enviada al alcalde Juan Carlos López Castrillón, debido a los incumplimientos de los compromisos adquiridos por el Ministerio de Cultura y el Municipio de Popayán, como consecuencia de los daños causados al patrimonio de la ciudad, entre ellos la obra escultórica del fundador de esta capital, Sebastián de Belalcázar, de la cual no se tiene conocimiento de su actual situación.

Ante la falta de voluntad de las autoridades encargadas de proteger los bienes que le pertenecen a la ciudad y, por lo tanto a toda la comunidad, porque son parte de su historia, de su identidad, de su herencia, se quiera o no, la Junta de veedores de Veer Popayán, por unanimidad, tomó la decisión de retirarse de la mesa de concertación y de la subcomisión,  sin perjuicio, obviamente, de que en su condición de veeduría urbana, continúe ejerciendo las actividades que le competen en estos casos. 

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Afirman los veedores en la misiva, que a raíz de los ataques de la comunidad Misak a la ciudad de Popayán y, específicamente, lo acontecido con la estatua de su fundador, se constituyó, a través de una subcomisión, una mesa de concertación integrada por dicha comunidad, las instancias gubernamentales y el sector privado. Señala, que esa Veeduría aceptó participar con el fin de prestar su apoyo; sin embargo, paulatinamente, los acuerdos se vienen incumpliendo sin ninguna objeción por parte de la institucionalidad nacional y municipal.

Refieren los directivos de Veer Popayán, que se habló de un nuevo estudio sobre el origen del Morro de Tulcán, desconociendo así el trabajo realizado al respecto por el antropólogo Julio César Cubillos Chaparro en el año 1959. Un nuevo estudio podría no ser necesario y no se ha iniciado, además la comunidad Misak continúa con su actitud agresiva contra la ciudad y no muestra ningún interés en cumplir compromisos.

Por otra parte, las acciones de destrucción, tanto del patrimonio artístico y cultural de la ciudad como de su mobiliario urbano, constituyen delitos que deben ser investigados y sancionados, tampoco se evidencian acciones en este sentido. Se habla de la existencia de una denuncia, desconocemos qué haya adelantado la Fiscalía al respecto, parece como si todo hubiera sido un formalismo para calmar a una ciudadanía ofendida, sin ningún interés para que efectivamente haya justicia en este caso, sostienen.

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Los actuales pobladores de este país somos el producto de la fusión de los pueblos nativos dispersos en la región y de los conquistadores europeos; una comunidad mestiza iniciada en la conquista y fraguada a lo largo de 500 años. El resultado de este mestizaje es una nueva cultura, una sociedad diferente a la que llegó y a la que en ese momento existía y que hoy corresponde a la casi totalidad de la población. Nuestra Constitución reconoce los derechos de los grupos sociales que permanecieron separados de este proceso, pero ello no implica reversar la historia y desconocer a la mayoría de los habitantes.

Como veeduría urbana consideramos que es indispensable que estos daños tengan consecuencias penales para sus autores y que, si se crean instancias de concertación, los acuerdos se cumplan.

Sostienen, igualmente, que la ubicación del monumento al fundador de la ciudad sea decidida por sus habitantes, no por una minoría agresiva o por la alta burocracia nacional, existen los mecanismos democráticos para consultar a la ciudadanía y que sea ella quien decida.

En consecuencia, la Junta de veedores de Veer Popayán, por unanimidad, tomó la decisión de retirarse de la mesa de concertación y de la subcomisión referidas sin perjuicio de que, en nuestra condición de veeduría urbana, continuemos ejerciendo las actividades que nos competen en estos casos, finaliza la carta dirigida al alcalde de Popayán, con copia a la ministra de Cultura, Angélica Mayolo Obregón, a quien se la entregaron personalmente, pero hasta la fecha no se conocen las respuestas de estos funcionarios.

Se sabe, además, que la Cámara de Comercio del Cauca, también se retiró de la mesa de concertación.

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