A pesar de los recursos que ha percibido, económicamente el Cauca no despega: Castrillón Orrego

Por en junio 30, 2023

El ex rector de la Universidad del Cauca, Juan Diego Castrillón Orrego, aspira a ser el candidato a la Gobernación por el Pacto Histórico.

Por Aura Isabel Olano

Soledad Victoria Olano

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“El Cauca en buenas manos”, es el eslogan del abogado y antropólogo, Juan Diego Castrillón Orrego, precandidato a la Gobernación del Cauca por el Pacto Histórico, con aval del movimiento Mais. Dice que su deber como ciudadano y profesional egresado de la Universidad del Cauca, es aportarle a la entidad territorial.

Su experiencia, comenta, la hizo en su alma máter, en donde fue directivo durante 11 años, tres de ellos como director del Instituto de Posgrados, un lustro como rector. Además, tres años de diputado a la Asamblea Departamental del Cauca (1992-1995). “Tengo experiencia administrativa para enfocar, organizar y hacer planteamientos de tipo estratégico para que la entidad territorial salga adelante”.

Sostiene que después de la Constitución del 91, en cuanto a la actividad administrativa, en el departamento ha habido buenas inversiones que le han permitido cambiar un poco, pero el modelo económico y el social no le aportan más del 1.8% al PIB nacional. “Debe haber un problema de visión, de estructura, que mantiene estancado al Cauca en sus dinámicas económica y social, a pesar de haber existido 10 planes de desarrollo. Mantenemos la misma agenda social de protestas, de concertaciones informales con las comunidades y económicamente el Cauca no despega”.

Sobre aspectos relativos al Cauca, dialogó La Campana con Castrillón Orrego, quien compite por el aval del Pacto Histórico, con Antonio Pardo, Walter Aldana, Eliécer Morales, Ferney Silva, Víctor Libardo Ramírez y Merylen Serna. A través de una encuesta, que se hará luego del 7 de julio, será escogido el candidato oficial por dicho partido. 

L.C. Usted anota que el Cauca le aporta al PIB nacional el 1.8%, casi en su totalidad se les debe a las empresas del norte del Cauca. Sin ellas, ¿en qué quedaría ese PIB?

J.D.C.O. El Cauca está dividido en dos sectores, de Mondomo a Cali y de Mondomo a Argelia y Piamonte. Este último no produce más del 0.7% del PIB del Cauca, así que en realidad el desarrollo económico del departamento lo aportan los clústeres del norte del Cauca, que tienen todo tipo de producción de mercancías, pero lo cierto y lo real, es que así se produzca la mayor parte del PIB de Mondomo hacia arriba, los 13 municipios del norte del departamento no se benefician de esa riqueza, su pobreza es la misma pobreza clásica de Mondomo hacia el sur. Los modelos económicos del norte y el del sur no están diseñados para que los bienes, los productos y las riquezas que se generan, se generen para producir más riqueza, por su puesto para los inversionistas, pero también más bienestar, más empleo y más ingresos para los habitantes de esos territorios.

L.C. ¿Qué haría usted para que la gente que está en los alrededores de los clústeres produzca para esas empresas?

J.D.C.O. Creo que la entidad territorial ha avanzado en estos 30 años. Sin embargo, después de la Constitución del 91, la gestión administrativa se ha dedicado más a mantener feudos electorales, a afianzar sus colectivos políticos o a tratar de organizar desde la Gobernación las campañas al Senado y a la Cámara de Representantes. No hay gerencia social, hay gerencia electoral. Desde que se sientan en la Gobernación, piensan en acumular votos por la gestión, eso detiene el desarrollo económico, social y cultural del departamento del Cauca, porque no se desarrollan ideas que produzca riqueza, sino ideas que produzcan votos.

L.C. ¿Cuál es la gerencia social que propone?

J.D.C.O. Que el gobernador se siente a ejecutar su plan de desarrollo, como el que tenemos, que piense en las regiones del departamento, en las comunidades, en los inversionistas, en los propietarios privados, que se dedique a modelar la idea de desarrollo. Tengo diseñado un modelo de gestión de la entidad territorial para hacer gerencia social en los siete sectores en los que está dividido el departamento, reconocidos en la planeación y en las inversiones que han hecho los gobernadores en los últimos 30 años, y para cada uno se debe nombrar un gerente social. Los sectores están marcados por la planeación en el departamento, compuestos por norte, oriente, pacífico, centro, macizo, sur del departamento, que cubre Argelia y Balboa, además de la zona de Piamonte.  

L.C. Cada región tiene sus particularidades, ¿cómo sería esa gerencia social en municipios que viven de los cultivos de uso ilícito?

 J.D.C.O. Hacer una gerencia social significa montar una agenda para cada territorio siguiendo sus particularidades; por ejemplo, si se nombra un gerente social en el macizo colombiano, que produce el 70% del agua del territorio, puede interactuar con las entidades de esa región, con las organizaciones sociales, con los propietarios privados y los gremios del lugar, a fin de establecer una gestión en función de la dinámica económica, social y cultural de ese espacio geográfico.

En el Macizo podemos hacer grandes proyectos ambientales que se conecten con los mercados nacional y global y traer recursos que beneficien no solo a los indígenas y a los campesinos que viven allí, sino a los nuevos inversionistas, a los emprendedores y a los otros sectores de ese territorio. Se puede organizar un plan para construir un modelo de producción industrial y generar proyectos de largo plazo que sean apalancadores de modelos exportadores del Macizo para el mercado nacional y global.

L.C. ¿En el caso de Popayán?

J.D.C.O. Se le nombra un gerente social al centro del departamento que coordine con los alcaldes de Popayán y de la meseta; se puede montar un área metropolitana que genere otra agenda con las particularidades de desarrollo de estos municipios en aspectos turísticos, ambientales, agropecuarios y diferentes proyectos que hoy están funcionando, no estamos inventando.

L.C. ¿Qué lección aprendió de su campaña anterior a la Gobernación y qué aspectos cree que tenga que mejorar en cuanto a sus propuestas anteriores que le sumen a la actual candidatura?

J.D.C.O. En la política uno aprende cosas diferentes en cada experiencia, lecciones aprendidas puede haber algunas, como el aval, que es el mismo problema de ahora, porque, aunque lo tengo del movimiento Mais, se necesita el aval del Pacto Histórico y somos siete precandidatos. Ganar el apoyo de este partido, depende de la dinámica política y esta es cambiante.

L.C. ¿Cuántos movimientos y partidos hay en Pacto Histórico en el Cauca?      

J.D.C.O. En el Pacto Histórico en el Cauca hay 11partidos políticos y 13 organizaciones sociales, por lo que el escenario es muy interesante desde el punto de vista antropológico y sociológico, pero lleno de incertidumbre desde el punto de vista político.

L.C. ¿Para desarrollar las iniciativas se necesitan seguridad y combatir el narcotráfico, ¿cómo haría en un eventual gobierno para concientizar a campesinos e indígenas de romper cualquier nexo con narcotraficantes?

J.D.C.O. Eso tiene que ver con el modelo de seguridad y con resortes a nivel nacional. La Constitución Política de Colombia fija con claridad el orden público y la seguridad en manos del presidente de la República. Como gestores del territorio a través de la Gobernación, podemos unirnos a la política de orden público, de seguridad del Gobierno nacional, que la presentó el presidente, la cual establece una estrategia en el departamento del Cauca, enfocada, específicamente, a controlar los territorios diversos que tenemos, por medio de la institucionalidad, la fuerza pública y la Policía.

L.C. El Estado le ha entregado muchos recursos al Cauca en distintas épocas. ¿Sabe usted si se ha hecho un estudio al respecto, cómo se han invertido, si se ha avanzado en el desarrollo social y si las comunidades, en especial indígenas, se han vinculado al desarrollo del departamento con esos dineros?

J.D.C.O. Eso se ha hecho, pero nosotros no somos órgano de control. Sin embargo, a través de un estudio se ha detectado que ha habido muchos recursos de regalías. Desde el 2011 y 2012 empezaron a entrar, pero en el departamento no se han invertido en proyectos estratégicos. Se puede hacer un análisis comparativo con Nariño, Huila y el Valle, en donde se ven los avances, pero en el Cauca parece que nos hemos dedicado a usar las regalías para los microproyectos electorales, o sea, los que darán y aportarán votos en los siguientes años. Se invierten en cosas pequeñas para mantener motivado al electorado, por lo que no se ve el avance de esta región en cuanto a inversiones.

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L.C. Según usted, ¿el departamento ha estado mal gobernado?

J.D.C.O. Los ciudadanos han elegido solamente a personas que vienen con un entrenamiento político electoral. Recuerdo que en el periodo en que estuve en la rectoría de la Universidad del Cauca, había $ 630.000 millones para los trece municipios del norte del departamento. Le propusimos al entonces gobernador, Temístocles Ortega, invertir de ese dinero unos $70.000 millones en la ciudadela universitaria en Santander de Quilichao, que en diez o doce años tuviera unos 10 mil estudiantes, que le aportarían mensualmente, mínimo un millón de pesos por estudiante al circulante de esa región para beneficio de su economía. Pero, lo único que le aportó el gobernador a ese proyecto, fueron $3.200 millones de los $ 630.000 millones, ni el 0.5%, todo en bonsái.

Eso no lo hacen los antioqueños, ellos reparten los presupuestos en grandes obras, que en los últimos 30 años han desarrollado a su departamento, en el marco de la Constitución del 91, tampoco los vallecaucanos, o la gente de la meseta cundiboyacense.

En el Cauca se está pensando en las siguientes elecciones, no en hacer grandes inversiones. No se usan los recursos estratégicamente para despegar el Cauca económicamente, por ejemplo, con centros de acopio agropecuarios, a donde los campesinos depositen sus productos y se conecten con los mercados regional, nacional y hasta con el internacional para hacer dinámica económica.

L.C. ¿Cómo percibe la gestión del gobernador del Cauca, Elías Larrahondo? 

J.D.C.O. Mala. Se ha dedicado a hacer elecciones y a tratar de gestionar la entidad para conseguirles votos a los representantes a la Cámara y a los senadores. Si me pongo a hacer eso cuatro años, doy muy buenos frutos electorales, pero socialmente no cambio los indicadores. No creo que el gobernador esté desconectado de la población, porque lamentablemente, sectores mayoritarios ven eso como natural. Tampoco antropológicamente se puede decir que él está desconectado, al contrario, está conectado, han acostumbrado tanto a la comunidad a esas prácticas, que ve normal que un gobernador haga eso. No es un problema solo del gobernador, sino de la cultura política del departamento, porque si todo el mundo está acostumbrado a manejar el erario para financiar campañas durante cuatro años y a producir lealtades, agradecimientos y muchos favores para que sean correspondidos electoralmente, ven normal que el gobernador vaya y les monte unos sanitarios comunitarios y ya.

L.C. Sobre muchos temas el gobernador no se pronuncia, por ejemplo, de inseguridad, asesinatos de líderes sociales, secuestros, invasiones. ¿Por qué será?

J.D.C.O. Porque eso no genera votos, en el imaginario de él no está eso. Esa es la matriz de todos los problemas, el gobernador no puede salir a decirle a un sector de la sociedad que no haga determinadas acciones de hecho, porque teme que, si lo dice, no tendrá votos por parte de ese sector y porque no es electoralmente correcto.

L.C. Como su fuerte es la regionalización de la educación, ¿usted qué propone en ese sentido para los estudiantes universitarios del departamento? 

J.D.C.O. Ese es un proyecto estratégico que no lo plantee yo, sino los rectores universitarios por lo menos desde 1932; incluso el maestro Valencia propuso la regionalización de la Universidad del Cauca, pero no ha tenido dolientes, es un recurso retórico de los políticos de Popayán y del Cauca. La Universidad de Caldas se fundó en 1960 y se desarrolló, más o menos en los siguientes 20 años. Caldenses como el escritor Otto Morales Benítez, venían a estudiar a la Universidad del Cauca. Hoy Manizales es una ciudad con casi 60.000 estudiantes. Popayán tiene todas las condiciones para convertirse realmente en una ciudad universitaria, no les ha dolido ni a la Gobernación ni a la Alcaldía. No se les ha ocurrido desarrollar, desde cualquiera de esos dos entes territoriales, una ciudadela universitaria y nombrarle un gerente en Popayán.

L.C. ¿Qué tiene que hacer el departamento para formar capital humano?

J.D.C.O. Las universidades hoy, en cualquier lugar, no están produciendo solo talento humano para ese territorio; estadísticamente, si egresan 1900 profesionales anualmente en la Universidad del Cauca, 1600 se van a otros lugares, porque no es cierto que estemos formando gente solamente para el Cauca, sino para el país, para latinoamericana, para el mundo. Entonces, la Universidad tiene que pensar en el mercado global y en el nuestro, desde luego.

L.C. Usted habla con interés por el departamento, no siendo caucano, ¿por qué? 

J.D.C.O. Soy de Popayán porque llevo 43 años viviendo aquí, llegué cuando tenía 17 años, nací en Medellín. Cuando llegué a Popayán, la gente creyó que era costeño, porque cursé el bachillerato en Montería. En la Universidad del Cauca estudié antropología y derecho.

L.C. ¿Cómo están viendo su precandidatura en el Pacto Histórico?

J.D.C.O. Esto es muy importante. Estamos en una conversación muy larga por lo compleja, sobre cómo seleccionar el candidato del Pacto Histórico. El grupo que represento dice clara y llanamente, que no se puede escoger el candidato a la Gobernación con mecanismos cerrados, esto tiene que ser muy trasparente y objetivo. Hubo la oportunidad de montar una consulta, según la legislación electoral, el 4 de mayo se debía inscribir para que los once partidos eligieran un candidato, pero solo dijimos que sí a la consulta, el movimiento indígena Mais, el movimiento ADA y la Unión Patriótica. Una alianza afrocolombiana de un sector del pacífico, no aceptó ese mecanismo. Ahora la única forma para elegir el candidato, es una encuesta a la ciudadanía. No aceptamos otro mecanismo, porque sería desdecir la mentalidad y el proyecto democrático, tampoco nos gusta la intervención de grupos políticos tradicionales en la designación del candidato. Hay acusaciones muy serias, que dicen, por ejemplo, que el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, está tratando de ubicar a uno de sus cuadros de candidato del Pacto Histórico y que está haciendo gestiones, vueltas y diligencias, no lo creo, pero si se prueba tiene que ser repudiado, porque el Pacto Histórico no puede ser el reciclaje de sectores políticos tradicionales en el departamento del Cauca.

L.C. Con la crisis que está viviendo el Gobierno Petro, que es fuego amigo, ¿es difícil hacer campaña por el Pacto histórico?

J.D.C.O. No, complica el escenario, pero cualquier candidato o partido serio debe hacer lo que ha dicho el presidente, que se tiene que investigar profundamente, son temas muy delicados. La política en el país arrastra una serie de conexiones con dineros mal habidos, no creo que la campaña del presidente Petro tenga ese tipo de problemas, pero si hay pronunciamientos del aún embajador en Venezuela, Armando Benedetti, que los investiguen las autoridades electorales, la Fiscalía, la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes. Eso tiene que ir hasta las últimas consecuencias, porque no debe quedar mácula ni sombra de duda, en un proyecto que tiene que defender la trasparencia y la independencia.

L.C. Se ve en redes sociales, que hace rato usted viene haciendo campaña, hablando con muchas comunidades. ¿Cuánto hace que inició este diálogo con la gente?      

J.D.C.O. Desde mediados de marzo hemos estado conversando con muchos sectores del departamento del Cauca, haciendo la experiencia de la precandidatura, no es seguro que uno sea el candidato elegido, es una probabilidad, puede ganar en la competencia otro compañero, somos siete, esas son las reglas y se deben respetar. Tengo un trabajo de conversación con mucha gente en los 42 municipios del Cauca. Hace 30 años fui diputado a la Asamblea cuando estudiaba derecho y guardo conexión respetuosa con muchos dirigentes en el departamento.

L.C. ¿Qué percepción tiene de la acogida a su candidatura de los grupos que está visitando?

J.D.C.O. Creo que es positiva, porque es gente que me conoce desde muy joven, cuando era estudiante de antropología, estoy hablando de hace 42 años, me han visto envejecer y saben que tengo los mismos ideales, pero más maduros.

L.C. ¿Ha pasado por muchas etapas?

J.D.C.O. Sí, claro, por eso la madurez conceptual, intelectual y personal, hacen que se reposen las cosas. En mi juventud fui un vehemente radical de izquierda, por supuesto respeto esas épocas y si me tocara repetirlas, lo haría siendo joven, pero como adulto uno modera las proporciones de su discurso político, conoce más con cierta objetividad los ritmos del mundo, los temas del Homo sapiens, que son tan complejos, y en ese sentido soy un centro izquierdista, traducido al lenguaje politológico global, soy un socialdemócrata de izquierda. La sola idea de izquierda en el país, no es que no haya sido anatemizada, por supuesto que lo ha sido, pero la ideología y la emocionalidad de la sociedad la conecta con unas cosas muy desagradables que le han pasado a la historia nacional en los últimos 60 años, pues se asocia con la lucha armada que ha producido esta guerra tan complicada que no termina, y la gente cuando ve símbolos o escucha expresiones de izquierda, no lo conectan con los contextos conceptuales tranquilos de la academia, sino con las ideas desagradables que ha producido esta guerra interna en el país. Los prejuicios no son irracionales, tienen niveles de objetividad y esta es una buena oportunidad para defender los ideales de izquierda socialdemócrata, explicar a la sociedad que izquierda no significa eso, que se ha venido desfigurando y decodificando de forma negativa en el país.

L.C. No hay muchos matices, a la gente se la encasillan de izquierda o de derecha, no hay términos medios…    

J.D.C.O. La izquierda racional que se conciba ahora, debe defender el estado de derecho, la división de poderes, la legalidad de la administración, el control de constitucionalidad de las leyes, la independencia del poder judicial y los derechos humanos.

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