Popayán ante el paro

Por en agosto 29, 2013

Por Ana Fernanda Muñoz Otoya

Esta situación por la que están atravesando el Cauca y Popayán, a raíz del anunciado paro agropecuario, me ha hecho considerar varios aspectos, cuestionar el comportamiento de muchos popayanejos frente a la actual situación, y decidí escribir.
No quiero con lo que voy a expresar, que se me malinterprete y se afirme que debemos quedarnos con nuestras despensas vacías. Lo que quiero decir, es que debemos cambiar nuestra actitud, que debemos por fin salir a defender nuestro derecho a la libertad. Entiéndase por libertad la posibilidad de movilizarnos por donde nos plazca, ir a trabajar, comer lo que queramos, que nuestros hijos puedan asistir al colegio. En fin, que podamos llevar nuestra vida normal.
Tal parece que para muchos popayanejos, llevar una vida normal quiere decir conformarse sin chistar, permitir que nuestro destino lo manejen a su antojo grupos con intereses particulares.
La situación del Departamento no es la más placentera. Basta ver los resultados del DANE para darnos cuenta de que estamos en un, nada honroso, segundo lugar en desempleo en el país, con más de la mitad de la población en niveles de pobreza, por no hablar de los niveles de pobreza absoluta, que el número de desplazados en Popayán se acerca a los 100.000 y 250.000 en todo el Cauca, fruto de la violencia que se apoderó de la región.
Esa situación no se arregla con acciones de hecho que van en contravía de la esencia de un estado social de derecho. ¿Qué hacer, entonces, ahora? Apersonarnos de nuestro presente y nuestro futuro. Trabajar para cambiar el rumbo del Cauca. Comenzar a exigirles a nuestros ilustres dirigentes, por los que (algunos sí, otros no) sagradamente votamos, que cumplan con la misión para la cual los elegimos: legislar a favor de todos los caucanos, no para unos pocos, incidir en el desarrollo socioeconómico y defender nuestros intereses como sociedad. Si no es así, ¿para qué están calentando curul? Y esto también en el ámbito departamental y municipal.
Me decepciona la resignación de ciudadanos frente al anunciado paro. ¿Soportar nuevamente uno o dos meses, como dicen? Otro sitio a Popayán con las graves consecuencias que eso trae para todos: ciudadanos del común, productores agropecuarios, industriales, hoteleros…. O para aquellos que, como la señora que viene a mi casa a darme una mano con el aseo. Ella, al igual que los anteriores, no pudo cumplir con su trabajo, y le costó más que a muchos. Las consecuencias son para todos y cada uno de nosotros, así almacenemos alimentos y llenemos el tanque del carro con gasolina que, al parecer, es la única salida que la mayoría adormecida encuentra.
No sé ustedes, pero yo sí comenzaré a exigir ser respetada como ciudadana, una ciudadana que paga impuestos, que obedece la ley, que conoce y acata los deberes y derechos propios de la vida en sociedad, y que vota esperando ser protegida por el Estado y por quienes lo dirigen en todas sus instancias.

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opinión agosto 16 de 2013

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