Felipe Zambrano Muñoz

Por en enero 20, 2021
El mundo atraviesa desde hace un año una de las peores pandemias de la historia, que se ha llevado de manera traicionera a millones de personas. Al principio creímos que era un problema aislado, por un virus, como cualquiera otro, que estaba afectando a una ciudad de la China, llamada Wuhan. Un lugar tan lejano y ajeno a nosotros, a nuestra cultura que, simplemente, se trataba de una noticia más.

Pronto ese virus se diseminó por el mundo globalizado y comenzó a causar estragos, a llevarse de manera traicionera a millones de personas, unas desconocidas, otras de las que apenas teníamos referencias, a muchos amigos y a familiares. Todas han sido lamentables pérdidas.       

El 15 de enero en horas de la tarde de este recién estrenado 2021, el Covid 19 se llevó al  destacado empresario Felipe Zambrano Muñoz, impulsor y creador de empresas agropecuarios, dándole a este sector un valor agregado para lograr el desarrollo socioeconómico de su Departamento, el Cauca.  
Con esa convicción retornó a su natal Popayán, luego de graduarse con honores como Zootecnista (B.S.), en Michigan State University, en junio de 1.960.
Nació un 21 de noviembre de 1936 en el hogar formado por Adolfo Zambrano Constaín y Alina Muñoz de Zambrano, quienes, en distintos momentos del acontecer político del Cauca, dirigieron los destinos del Departamento. Obtuvo su bachillerato en el Liceo Nacional de Varones de la Universidad del Cauca.   

  

De 1976 a 1995 se desempeñó como gerente general de la Cooperativa Lácteos Puracé Ltda, “Colpuracé”. Le correspondió terminar el montaje y poner en marcha la planta pasteurizadora de la Cooperativa. 

Cuando tomó las riendas de Colpuracé, encontró una empresa con un capital de $1’708.000 y hacía varios meses que no atendía sus compromisos con proveedores de insumos agropecuarios. Además, los socios de la Cooperativa debían $ 835.000, representados en cartera vencida. Tenía un rojo en bancos de $ 716.000 y obligaciones vencidas o de vencimiento inmediato con entidades o grupos financieros y bancos por valor de $14’160.000. 

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Veinte años después, entre todas las plantas pasteurizadoras de leche que existían en el país, “Colpuracé” ocupó el primer puesto en capacidad instalada, el tercero en volumen de ventas de leche líquida y el primero en calidad y pureza del producto. Las ventas de la Cooperativa en el año de 1.994 ascendieron a $ 20’045’206,879. 

Felipe Zambrano Muñoz y su esposa Mildred Jaramillo de Zambrano

En mayo de 1.993 la cooperativa terminó las obras civiles de sus nuevas oficinas de administración y la ampliación del área de producción, con una inversión cercana a los $ 1.000 millones. Esas instalaciones respondieron a la expansión que tuvo la empresa en los últimos años en ambas áreas. En diciembre de 1.993 entraron en operación las nuevas líneas de producción y procesamiento de leche pasteurizada de 30.000 litros/hora, así como el equipo de producción de arequipe, el único que existió en Colombia para producir este dulce en forma continua; la línea de productos UHT (de larga vida) que comenzó a producir leche entera y baja en grasa, como también leche con sabores de fresa, chocolate, banano y vainilla. 

En diciembre de 1.993, Colpuracé compró la empresa Productos Alimenticios CMC Ltda., fabricante de pastas alimenticias Di Roma, una de las pastas más acreditadas por su calidad en el país. Con esos productos en 1995 se esperaba lograr ventas por valor de $28’293.908.ooo. En otras palabras, se aspiraba vender un 56.93% más que en 1.994. 

Por fuera de ese presupuesto quedaban los valores que se obtuvieran de la venta de los nuevos productos ya desarrollados y de aquellos que se llegaren a desarrollar, así como los valores que se produjeran de las posibles exportaciones a Estados Unidos, Venezuela, Ecuador, Salvador y Bolivia, como también los ingresos que se percibieran del programa de leche escolar que fue muy bien recibido por el Gobierno nacional. 

Colpuracé Ltda se transformó en Puracé Productos Alimenticios S.A. Después de jubilarse este aguerrido, visionario y hombre de fuerte carácter, conservó la principal participación accionaría de la nueva sociedad. El 2 de septiembre de 1.996 la Asamblea General Extraordinaria de la sociedad anónima autorizó la constitución de una nueva sociedad con la multinacional holandesa Friesland Dairy Foods, que se acordó se denominaría Friesland Colombia S.A., participando Puracé Productos Alimenticios S.A. con el 30% del capital de la nueva sociedad. 

Igualmente, como gerente de la Cooperativa, Felipe Zambrano Muñoz diseñó las instalaciones agropecuarias de las haciendas Los Balcones y La Marujita, propiedades de los empresarios Gilberto Iragorri y Carlos Ardila Lulle, respectivamente, consideradas por aquella época como las más modernas ganaderías del país. 

En algunos periodos se desempeñó de manera simultánea como asesor o gerente de la hacienda Patugó y secretario de Agricultura del Cauca, o como gerente de la Cooperativa. Fue postulado como Personaje Agropecuario Internacional del año 1.994 en la Feria Mundial Lechera de Madison, Wisconsin, USA. 

En el sector público asumió en 1.968 como secretario de Agricultura y Ganadería del Cauca, la que no contaba con ningún profesional. A su retiro en 1971 quedaron trabajando en esa dependencia 13 profesionales, entre zootecnistas, agrónomos y veterinarios. Se zonificó el Departamento en tres distritos de trabajo con profesionales y prácticos al frente de cada uno; se adquirió un completo equipo de labranza constituido por 12 tractores de 70 HP. con sus respectivos implementos; se montó el laboratorio para análisis de suelos, el más moderno que existió en esa época en el país. 

De 1.963 a 1.981 fue asesor técnico y gerente de la hacienda Patugó, en jurisdicción del Municipio de Puracé. Al recibir la hacienda se vendían 560 litros de leche al día, se tenía una mortalidad del 10% y la cabida era de 600 reses. A su retiro se vendían 3.200 litros de leche; la mortalidad se redujo al 1% y la cabida aumentó a 1.000 cabezas. 

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Adolfo Zambrano y Felipe Zambrano, codueños de la hacienda, fueron distinguidos en el año de 1.968 con la Copa Holstein Nacional. Patugó obtuvo por varios años consecutivos el galardón de mejor criador y expositor de Holstein colombiano y puro en la Feria Exposición Agropecuaria de Popayán. 

Felipe Zambrano y Edgar Velasco Arboleda, en una de las tertulias de Capriccio.

De 1.961 a 1.962 coordinó el proyecto ganadero número 16 de STACA para la costa Atlántica. En ese periodo le correspondió introducir, por primera vez en el país, la inseminación artificial con base en semen congelado en nitrógeno líquido, tanto en ganado de carne como de leche, increíble adelanto del sector agropecuario que lastimosamente se perdió en el Cauca. Se estableció el control lechero y trabajó en el mejoramiento de pastos e instalaciones para el ganado. De 1.960 a 1.961 fue jefe de Industria Animal del Comité Departamental de Cafeteros del Cauca y se inició el programa de diversificación cafetera. 

Juntas directivas

Felipe Zambrano Muñoz hizo parte de varias juntas de importantes empresas y organizaciones, como quiera que fue vicepresidente de la junta directiva del Fondo Ganadero del Cauca; presidente de la junta de Ferias y Exposiciones de Popayán 1.969, 1.970 y 1.971. Miembro de las juntas directivas del Banco del Estado y del Comité Consultivo de la Junta Directiva del Banco de la República, Zona de Occidente.

Este empresario payanés no solo se preocupó por los sectores agropecuario y agroindustrial, también por el deportivo y el social. Se desempeñó como presidente de la Junta Departamental de Deportes del Cauca y de la Liga Caucana de Tenis, y socio de los clubes Popayán y Campestre, a los que hizo significativos aportes. 

Precisamente, la Corporación Club Campestre expidió una Resolución deplorando el fallecimiento de quien fuera su socio por más de 50 años y presidente de esa institución, en la que cumplió una destacada gestión, como la construcción del Kiosco Halcón, las obras de pavimentación y el parqueadero, mejoramiento de la cocina, ampliación del campo de golf, se hicieron nuevas canchas de tenis, deporte que era su pasión y logró la realización de grandes torneos.  

Su nieto mayor, Julián Fernández Zambrano, hizo una sentida semblanza en la que mostró al esposo, al padre y al abuelo como un ser cariñoso, generoso, orgulloso de la familia construida con Mildred Jaramillo, quien fue su complemento y su equilibrio. “Mimi, tu amor, tu señora bonita, inteligente, la que tanto orgullo te hacía brotar”, dijo su afligido nieto en las exequias, para quien Felipe era su héroe y lo creía inmortal.

Igualmente conmovieron las palabras del hoy viceministro de Justicia, Francisco José Chaux Donado, que conoció a Felipe a través de su amigo Nicolás Fernández Zambrano, otro de sus nietos.

“Felipe le enseñó a Colombia el significado del empresario payanés. Entregó toda su energía y pasión para crear una empresa que generó empleo, materializó sueños y dio progreso al Cauca. Al tocar la adversidad a su puerta, la entregó con la misma tenacidad y perseverancia con la que consiguió el éxito. Su obsesión por defender sus derechos, le permitió demostrarle a una multinacional que en un pequeño municipio de Colombia habitaba un hombre con la voluntad de un gladiador”, dice uno de los apartes del mensaje de Chaux Donado.

La cofradía de Capricco 

Al jubilarse fue recibido con afecto por una especie de ‘Cofradía’ que se creó de manera espontánea en el café Capriccio del centro de comercial Campanario, con agradable tertulia, en la que no falta la reminiscencia sobre Popayán de los mayores. Este lugar evoca el recordado Café Alcázar que el terremoto de 1983 desapareció, al que asistían empresarios del agro como Adolfo Zambrano Constaín, su padre; Carlos Ignacio Muñoz Ayerbe, su tío, entre otros tanto importantes ganaderos. En las mañanas, ahora con tapabocas y distanciamiento social, los contertulios de Capriccio extrañan la presencia y la amena charla de Felipe Zambrano Muñoz.    

Coincidencia

En 1918 su abuelo Carlos Muñoz Muñoz, dueño de la hacienda Patugó, fue víctima de la peste llamada ‘Gripa Española’, que cobró la vida de millones de personas en el mundo y que Popayán no fue la excepción. En este 2021 la víctima de la actual pandemia, 102 años después, fue su nieto mayor.  

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