Enlucimiento de Popayán para la Semana Santa, una tradición de siglos

Por Redacción en marzo 14, 2016

En vísperas de la Semana Santa el centro histórico de Popayán se llena de andamios y de pintores de brocha gorda, encargados de enlucir todos los inmuebles de este importante sector de la ciudad.

Esta tradición nació con las procesiones y ellas con la ciudad, cuyos orígenes se remontan a 1556, cuando los pasos, cargados por hombres humildes, se armaban en sencillas andas, sobre las cuales iban las imágenes traídas de España por los conquistadores, como se reseña en el libro Procesiones de Popayán: Arte y Tradición, editado por la Junta Pro Permanente Semana Santa, en marzo de 2002.

Una especie de decreto municipal, que reposa en el Archivo Histórico de la Universidad del Cauca, ordena el enlucimiento de la ciudad. O sea, que esa disposición, que año tras año emiten los alcaldes, tiene una tradición de siglos.

Cada año, en vísperas de la Semana Santa, Popayán, la Ciudad Blanca de Colombia, se engalana para su máxima celebración.

En el documento, fechado el 29 de marzo de 1675, el maestro de campo Miguel García, gobernador y capitán general de las Provincias y Gobernación de Popayán, ordena que todas las personas, vecinos y moradores, limpien cada cual la parte que le pertenece de la calle y solar “dejándolas buenas y tratables como es notorio, atendiendo a que el presente tiempo es cercano a la Semana Santa y que las Procesiones de ella han de andar por las calles…”.

La pena establecida para quien incumpliera esa disposición oficial, era de cuatro patacones, suma que se destinaba para la cera del Monumento.

Valga la pena decir, que desde sus inicios las procesiones de Popayán han tenido una estricta organización, respetada por toda la comunidad a lo largo de la historia.