Elegir a Duque es reelegir a Uribe

Por Redacción en junio 12, 2018

Columna de opinión por: Jairo Hernán Ortíz Ocampo (*)

Los resultados de la primera vuelta presidencial dieron como primer ganador al candidato del partido centro democrático, un partido con graves antecedentes en la forma de pensar y de hacer política.

La gravedad de esos resultados para el país es enorme y, sobre todo, se debe evidenciar que elegir a Duque es reelegir a Uribe. Esto ya de por sí nos coloca en un escenario desolador.

Lo que se había avanzado en el proceso de paz y en la implementación, así se diga que estos están blindados, tendrán serios inconvenientes para su desarrollo. “Hay que volver añicos los acuerdos de la Habana”, afirmó uno de sus integrantes pero que recoge el sentir de dicho partido.

Es retroceder en el tiempo y volver tercamente al camino de la guerra y no de la política para resolver los conflictos y las diferencias. Es pasar de la política de Estado de restitución de tierras a la política gubernamental Agro Ingreso Seguro que tuvo a su cargo la política agrícola. Los subsidios que deberían ser destinados a los campesinos quedaron en manos de reinas de belleza, corredores de bolsa, empresarios regionales y familiares de políticos. Créditos para el desarrollo de proyectos agrícolas, fueron otorgados a paramilitares y narcotraficantes. Es volver al despojo de tierras y al desplazamiento de comunidades de los sectores rurales. Sería retornar a una Ley de tierras diseñada para el lavado de activos y la legalización de predios ilegítimamente adquiridos.

Es volver a los falsos positivos y/o a la política oficial de recompensas, que dejaron casi 3.000 homicidios. Para ello se creó una fórmula que determinaría cuando recibir esa recompensa. Por ejemplo, los comandantes de brigada debían reportar al menos 150 combatientes enemigos muertos y otros 500 capturados. Hay pruebas contundentes que sugieren que el ejército favoreció las muertes por sobre las capturas. La política se hizo aún más efectiva cuando se hizo pasar a civiles como guerrilleros.

Es volver a un partido que quienes lo han conformado y han tenido altos cargos en los gobiernos, algunos han sido condenados por múltiples delitos: violación ilícita de comunicaciones, concierto para delinquir, abuso de función pública, falsedad ideológica en documento público, prevaricato, fraude procesal y tráfico y porte de armas, peculado por apropiación, celebración de contratos sin cumplimiento de los requisitos legales, entre otros. Tampoco se debe ignorar que el máximo representante y fundador de dicho partido, Álvaro Uribe Vélez, tiene actualmente más de 186 procesos abiertos en la Comisión de Acusación.

Es decir, sería volver a la política del todo vale, de los atajos, del salto al vacío, de la desesperanza, de la violación a los derechos humanos y de la política que va en contra vía de la dignidad humana. Por todo lo anterior y porque no quiero que retorne el uribismo al país, mi voto será por Gustavo Petro.

Docente Programa de Ciencia política

Universidad del Cauca

jhernanortiz@unicauca.edu.co

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