¿Desinformación, ignorancia o populismo?

Por en mayo 17, 2022

Por Aura Isabel Olano

En una campaña política, como en la que se encuentra Colombia en pos de la Presidencia de la República, se ve y se escucha de todo: propuestas obvias, otras no tanto, algunas un poco más aterrizadas, también las que se pueden analizar, pero no hay en este momento los super planteamientos de los que podamos decir Guau, por ahí es

Sin embargo, no preocupan tanto como las más populistas, las traídas de los cabellos, las inaplicables y que muchos aplauden porque no se informan, no miden las consecuencias acerca de lo que esas “ideas luminosas” le podrían afectar de manera grave al país, no al país en abstracto, al país real en los ámbitos económico, social, cultural, político y, por su puesto, de manera directa a cada ciudadano.

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Hace unos días, en discurso altisonante, veintejuliero en plaza pública de Sahagún, Córdoba, el candidato presidencial Gustavo Petro, equiparó el petróleo y el carbón con la cocaína y dijo que los tres son veneno. Meter en el mismo costal a la cocaína con la industria extractiva de la que dependen en muy buena parte los ingresos de la Nación para el desarrollo del país es, por decir lo menos, una terrible irresponsabilidad de quien aspira gobernar a Colombia.

Agregó que la extracción de petróleo y carbón es una economía que no tiene puestos de trabajo. “Ellos sacan un petróleo que no trabajan porque lo puso la naturaleza, o si lo prefieren lo puso Dios. Sacan un carbón, o en algunas regiones el oro, lo ponen en un tren, lo ponen en un tubo, lo exportan y reciben un chorro de dólares…”, aseveró de manera simplista.

O sea que, para el candidato de la Colombia Humana, del Pacto Histórico, la exploración y explotación petrolera y carbonífera, es algo así, como “Hágase la luz y la luz fue hecha”.  Según Petro, economista, en esta industria no hay ningún esfuerzo, tampoco inversión, mucho menos puestos de trabajo y no le genera recursos al país. ¿Qué pensar al respecto de semejantes afirmaciones? Ni siquiera el célebre Goyeneche, personaje popular bogotano, del siglo pasado y eterno candidato a la Presidencia, habría dicho semejante sandez.   

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De llegar a ser el presidente de Colombia, ¿con qué reemplazaría estas fuentes de ingresos para desarrollar su plan de gobierno?  En su anterior candidatura, en el 2018, pregonó reemplazar el petróleo con aguacates. Ahora ni eso.

¿Sabrá el señor Petro que los hidrocarburos aportan más del 3,0 por ciento del producto interno bruto (PIB) del país, y que el petróleo representa el 40 por ciento de lo que Colombia le vende al mundo? Nuestro país no es el gran exportador de petróleo, sin embargo, los recursos que produce los necesita y mientras no haya con qué sustituir la actividad extractiva, ese dinero seguirá siendo la base del desarrollo económico y social de la Nación.

¿Con qué recursos cree el aspirante Petro que se financian los programas de inversión social y ambiental en Colombia?

El propio ex mandatario del Brasil, candidato a la presidencia de esa nación, Luiz Inácio Lula da Silva, le dijo a la revista Time, que la propuesta de Petro de hacer un bloque antipetróleo para detener la explotación de ese hidrocarburo es inviable que, en el caso de Brasil, no es real. Mensaje de su admirado amigo.

Si se quiere y se tiene que proteger el medio ambiente, es preciso ser consciente del cambio climático y contrarrestarlo, aunque Colombia en el concierto mundial, es mínimo lo que contribuye. En la actualidad, las emisiones mundiales de GEI suman cerca de 41.000 millones de Mton CO2 eq, y Colombia aporta el 0,57%.

No es con discurso barato, sino con propuestas serias de sostenibilidad, con las que se protege el medio ambiente, de las cuales nada dice el candidato Petro, solo critica. Tampoco dice cómo reemplazaría los recursos que genera la estatal petrolera Ecopetrol, que obtuvo una ganancia neta de 6,6 billones de pesos (unos 1.612 millones de dólares de hoy) en los tres primeros meses de 2022, cuando registró «cifras históricas» y su «mejor resultado trimestral», como lo informó esa compañía.

Aunque sostiene Petro que esa industria no genera puestos de trabajo, al suspender dicha actividad económica, nos preguntamos: ¿Qué haría con los más de 120 mil empleos que generan las actividades de exploración y producción de petróleo, además de los empleos indirectos; y con los 130 mil trabajadores que quedarían cesantes en la industria carbonífera? En fin, con los 350 mil empleos directos de la minería y el millón de puestos de trabajo indirectos que ofrece ese sector.

Lo que sí tendría que hacer en el caso de llegar al solio de Bolívar, sería combatir los cultivos de uso ilícito, exterminar los laboratorios para el procesamiento de narcóticos, perseguir el narcotráfico y a los narcotraficantes, acabar con toda la cadena de ese sucio y venenoso negocio, causante de violencia y corrupción. Tampoco ha dicho cómo erradicaría y sustituiría esos cultivos, que en el caso del Cauca el portafolio es amplio, lo componen variedades de marihuana, coca y amapola, que llenan el campo de este sufrido Departamento.

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