El interés particular está por encima del interés general

Por Redacción en junio 18, 2025

Por Andrés J. Castrillón V.

Este titular que podría entenderse como un sarcasmo, aplica sin escrúpulos a muchas de las decisiones que se toman en nuestra región. Afortunadamente, la actual administración de Popayán, en cabeza del abogado Juan Carlos Muñoz, tiene la oportunidad de ejecutar la construcción de la Avenida de los Próceres. Pero, infortunadamente para la ciudadanía, porque quedará para el recuerdo la realidad, por eso el sarcasmo de este artículo, es que en Popayán sucede lo que se dice en el titular, y es que el interés particular está por encima del interés general.

La ubicación de la Avenida de los Próceres es, una vez más, un error histórico en el desarrollo de la ciudad por la forma en que se decidió su ubicación. Lastimosamente, cuando las decisiones se toman en beneficio de muy pocos ciudadanos, ¿quién sabe con qué intereses?, quien termina perjudicada es la totalidad de la ciudadanía.

Es muy triste saber que a las administraciones municipales anteriores se le dio a conocer, de muchas formas las diferentes opciones para ubicar estratégicamente esta vía, pero hicieron caso omiso porque había que beneficiar a algunas personas muy en particular. Es inaudito que el propósito principal de esta avenida que era generar una comunicación transversal entre las principales vías longitudinales de Popayán, como son la carrera sexta, la carrera novena (Panamericana) y la Variante Norte, se haya definido, por tal vez, la opción más costosa y también la menos eficiente. Bastante se expuso que era verdaderamente útil hacer el inicio de esta vía en vecindad del puente viejo de Cauca, aledaño al colegio Gabriela Mistral, para pasar a la carrera novena en la parte baja de la llamada Loma de las Cometas y de ahí sí dirigirse hacia la Variante Norte.

Esto hubiera tenido grandes beneficios: Primero, porque el flujo que va de la carrera sexta hacia la variante no tiene que ingresar a la carrera novena (como se hace con el diseño actual en ejecución).
Segundo, se acabarían por siempre el retorno y el giro en la Piedra Norte, donde se causan la mayoría de los accidentes de la ciudad de Popayán.
Tercero, porque no habría una interrupción en el flujo vehicular entre la carrera sexta, carrera novena y Variante Norte. Adicionalmente, a lo largo de esta vía por el sector bajo de la Loma de las Cometas, sería propicio para construir en su separador central, cuando algún día se decidiese hacer, el canal de conducción del agua que alimentaria el embalse Multipropósito de Julumito, que fue otro de esos grandes proyectos que quedaron en el olvido como muchas otras opciones de desarrollo que han quedado archivadas por falta de gestión de nuestra clase política.

El Embalse de Julumito sería: reserva de agua, reserva ambiental-ecológica, polo de desarrollo turistico (caso embalse Calima), además de la generación de energía. Una de sus fuentes para la toma del agua es el río Cauca a la altura, casualmente del colegio Gabriel Mistral, para desviarla y llevarla a borde de la Loma de las Cometas, pasando al otro lado de la variante norte y verterla sobre la cuenca de lo que sería el embalse propiamente dicho. Lastimosamente, el haber escogido la ruta actual de la Avenida de los Próceres, también sepulta la opción de algún día revivir el Embalse de Julumito.

La opción aquí explicada no solo habría hecho una conexión más corta que la que se va a construir, ahorrando una gran cantidad de dinero, además sería una conexión muchísimo más ágil entre las tres vías longitudinales que van de norte a sur en nuestra ciudad. Bien dijo el maestro Valencia, hace ya más de 100 años, cuando hizo desviar el curso del ferrocarril para que no pasara frente a la Hacienda Belalcázar: “En Colombia más vale una cuarta de amistad con el presidente de la Republica que 5 kilómetros de ferrocarril”.

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