A punto de obtener la licencia del nuevo diseño de marcapaso, que pesa una décima de gramo

Por en diciembre 19, 2015

Por Aura Isabel Olano

Pie de foto: Jorge Reynolds, científico colombiano, creador del marcapaso que es utilizado por 78 millones de personas en el mundo.

Su inventor, el científico Jorge Reynolds Pombo, estuvo en Popayán y habló con La Campana.

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La sencillez del ingeniero Jorge Reynolds Pombo, uno de los científicos más importantes del mundo, inventor del primer marcapaso del que se han beneficiado por lo menos 78 millones de personas, lo hace más grande. Hoy está a la espera de la aprobación de la licencia del nuevo diseño que pesa una décima de gramo y de 12.000 dólares pasará a costar 1.500 dólares, y la cirugía será ambulatoria.

Luego de su conferencia: ‘Procesos de Innovación Abierta: Una Mirada desde lo Global’, que dictó en Unicolmayor, en el marco de la jornada ‘Cauca se Impulsa y le Marca el Paso a la Ciencia, Tecnología e Innovación’, dialogó con el periódico La Campana. Fue enfático al indicar, que en Colombia no hay ninguna política de ciencia y tecnología y que un país que no la tenga, no puede salir del subdesarrollo. Dijo, también, que es importante la creación de un periodismo especializado en tecnología, que eduque a la gente, incluso a la que se cree educada.

El doctor Reynolds Pombo, de ancestro payanés, contribuyó a la estructuración y creación de la facultad de Electrónica de la Universidad del Cauca, en la década de los años 60.

Durante su visita a Popayán, el pasado 11 de diciembre, recibió un reconocimiento de La Red InnovAcción Cauca. Posteriormente, en el Salón Fundadores de la Facultad de Derecho, la Universidad del Cauca y el Ejército Nacional de Colombia le rindieron homenaje.

L.C. ¿Qué le dice Popayán acerca de sus ancestros?

J.R.P. Tengo por parte de mi madre ancestros payaneses y cartageneros, porque parte de la familia cuando llegó a Colombia se localizó en Cartagena, la otra en Popayán. También en la Argentina. Casi siete generaciones han mantenido vivo el ancestro, tanto de Popayán como de Cartagena. Los antepasados fueron héroes de la Patria. Don Lino de Pombo contribuyó al ordenamiento de la República.

Sin lugar a duda hay un atractivo por conocer un poco más todo lo que ha representado la familia a través de los años y que se mantiene todavía viva en Popayán.

L.C. En 1958 se conoció el marcapaso inventado por usted, el cual funcionaba con una batería de automóvil. ¿Cómo ha evolucionado su marcapaso en cuanto a tamaño y funcionamiento?

J.R. P. Es la evolución de la tecnología. En 1960, hace 55 años, era incipiente, pero se aprovecharon los medios que existían para poder hacer las primeras creaciones de estimulación artificial cardiaca, y esta fue la innovación importante para mostrar a Colombia en donde desarrollamos el proyecto.

En este caso vemos que un aparato que pesaba más o menos 50 kilos, que funcionaba con una batería de automóvil, hoy es un nuevo marcapaso, que es la cuarta parte de un grano de arroz y que tiene funciones mayores a las que existían en ese aparato tan grande. También, cómo la tecnología ha llevado a que sea un soporte muy importante para la medicina.

L.C. ¿Qué tropiezos tuvo para crear el marcapaso en esa época en que la tecnología era inexistente?

J.R.P. Nos demoraríamos horas hablando de tropiezos más que de logros. Era un país muy diferente, una sociedad muy diferente, una medicina muy diferente, una tecnología casi inexistente; todo eso nos llevó a vencer los pequeños, medianos y grandes obstáculos hasta obtener lo que hoy está más que probado, durante tantos años, y que ha ido evolucionando de acuerdo con la integración de desarrollos tecnológicos producidos por grupos de investigación de diversas partes del mundo, y de la nueva ciencia a partir de la nanotecnología que comienza a desarrollarse.

L.C. En este momento, ¿cómo está el nuevo diseño del marcapaso?

J.R.P. Está a la espera de que nos den la primera licencia para implantación en un ser humano. Creemos, ojalá, que antes de fin de año la podamos tener.

L.C. ¿Qué características tiene este marcapaso?

J.R.P. En primer lugar su tamaño, pues de 50 kilos que pesaba en principio, pasa a una décima de gramo, que no usa batería, es un elemento que se implanta por medio de un catéter y la cirugía es ambulatoria, de más o menos 10 minutos de intervención, que está controlada por el médico desde el teléfono celular y de esta manera el paciente tendrá un marcapaso que no cambiará en 50 años, al no tener baterías que se agoten.

L.C. ¿Cómo interviene el celular en esta innovación tecnológica, cuando el médico lo utiliza para controlar el marcapaso?

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J.R. P. Creo que no nos hemos dado cuenta de lo que ha cambiado el celular y lo que está cambiando al mundo. El común de la gente lo puede utilizar más o menos de 100 diferentes maneras para distintas funciones, que sin darnos cuenta las duplicamos; por ejemplo, la grabadora, el teléfono celular la tiene; el reloj también y mucho más preciso que el que usamos; igualmente cámara fotográfica. Es decir, que se repiten innumerables servicios, el celular nos da la posibilidad de que nuevas aplicaciones se le puedan añadir a la telefonía móvil y a las nuevas tecnologías, como la tableta, el computador y demás elementos de uso común.

Tan importante, que la juventud no se ha dado cuenta de que si por alguna razón, que puede suceder, hay una interrupción de Internet a largo plazo, o del funcionamiento de la telefonía celular o de las tabletas, qué haría, si para dos por dos, no sabe las tablas de multiplicar. Obviamente no conoció una máquina de escribir, ni la calculadora manual. Entonces, sí, qué maravilla todos estos adelantos y demás, pero ni siquiera piensa qué podría reemplazar a Internet en caso de que hubiera una suspensión por alguna razón.

Momento en que el investigador Jorge Reynolds, recibía un reconocimiento de La Red InnovAcción Cauca.

Momento en que el investigador Jorge Reynolds, recibía un reconocimiento de La Red InnovAcción Cauca.

L.C. ¿Y qué lo podría sustituir?

J.R.P. No hay, porque todo está basado en el Internet, en toda esta nueva tecnología. La aviación se pararía, el mundo se detendría, y esto es algo que lo pasamos por alto y no pensamos en sustitutos. Por problemas de movimientos no convencionales puede suceder que se paralice todo el sistema de comunicaciones conocido actualmente y eso podría llegar a ser tan extremo que pararía el mundo.

L.C. ¿Qué es para usted la innovación?

J.R.P. La innovación es la incorporación de nuevas cosas a cualquier actividad del hombre, entonces hablamos mucho de innovación, la cual puede venir de la política, de lo social, de la misma tecnología, del mismo hombre, desde su propia condición social, todo eso es innovación.

L.C. ¿Se está innovando, se utiliza la tecnología, qué está pasando en Colombia con la investigación?

J.R.P. Sencillamente no hay ninguna política de ciencia y tecnología. Un país que no tiene su propia ciencia y tecnología, es un país que no puede salir del subdesarrollo. Ojalá en algún momento cambie, porque de otra manera veo muy complicado el desarrollo de nuestro país y el de muchos países latinoamericanos.

L.C. Entonces, ¿lo que se está haciendo no conduce a nada si no hay una verdadera política pública de ciencia y tecnología?

J.R.P. Tiene que haberla. Las universidades hacen un esfuerzo hasta donde pueden, pero se necesitan políticas centrales de gobierno.

L.C. ¿Cómo las concebiría usted?

J.R. P. Creo que existen o existieron los medios, pero según los políticos eso no da votos, entonces no hay interés en que la ciencia y la tecnología se produzcan.

L.C. ¿Cómo era a mitad del siglo pasado hacer investigación y crear tecnología?

J.R.P. Era una época en que un desarrollo de estos pasaba por alto, no se conocía y el que lo hacía, sencillamente era un loquito. ‘Sí, sabe un montón, pero es un loquito’, y así se quedaba bautizado y lo que hiciera era una locura digna de risa. Eso retrasó enormemente la creación de tecnología en nuestro país. Todavía se oye decir: “Fulano de tal es un loco, o está haciendo una nueva locura”, y ya con eso queda desautorizada cualquier iniciativa.

Todo esto es verdaderamente triste, creo, casualmente, que la prensa es la que tiene que educar a esa gente, incluso que se cree muy educada.

Es importante la creación de un periodismo especializado en tecnología, porque el tecnólogo no quiere hablar con la prensa porque afirma que le deforma la información, y el periodista dice, qué cosa tan aburrida hablar con ese señor que me va a regañar.

Si el periodista traduce el tema de tecnología, es importante, cualquier persona se puede interesar, pues crea un verdadero atractivo y un periodismo nuevo con alianzas hacia el desarrollo tecnológico.

L.C. Con el marcapaso usted les ha salvado la vida a millones de personas alrededor del mundo. ¿A cuántas?

J.R.P. Se calcula que más o menos lo usan 78 millones de personas, o sea el doble de la población colombiana.

L.C. ¿Qué siente usted cuando la gente le dice, gracias doctor, me salvó la vida?

J.R. P. Sencillamente darle las gracias a la vida de que me dio la oportunidad de poner un grano de arena en el mejoramiento de la salud cardiovascular del mundo.

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