Rector de Unicauca evocó momentos especiales de la historia de la Alma Máter

Por en noviembre 14, 2017

José Luis Diago Franco resaltó la responsabilidad de los directivos universitarios frente a un legado de 190 años. Esto dijo el rector en el paraninfo Caldas:

Desde siempre la Universidad tiene entre sus varios propósitos: escribir la historia y construir el futuro de la propia humanidad.
El 14 de abril de 1827 siendo presidente de la naciente república de Colombia, el libertador Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, vicepresidente, fundaron la Universidad del Cauca, que es la continuación del Real Colegio Seminario de San Francisco, fundado en 1639.

Pie de Foto: José Luis Diago Franco, rector de la Universidad del Cauca, cuando pronunciaba su discurso en los actos centrales del aniversario 190 de la Institución.

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Hoy nos encontramos en esta magnífico sitio, monumento histórico del país, que desde el año 1913 se ha consolidado como el foro permanente, donde la academia se reencuentra y se valida con la realidad, cultivando la libre expresión y la autonomía.

Como activista del humanitarismo y rector, es mi deber reconocer la influencia en esta casa del saber, del máximo educador de la generación de la independencia de Colombia, al maestro de maestros José Félix de Restrepo, quien inicio sus primeros estudios en el real colegio de San Bartolomé de Santafé de Bogotá, influenciado por el sabio José Celestino Mutis. Graduándose en 1776 como bachiller de filosofía y letras.

En 1780 recibió el título de Doctor en Derecho Civil en la Universidad de Santo Tomás. Vivió en esta ciudad, desde 1782 por 29 años, fue docente del real colegio seminario de San francisco de Asís de Popayán, en donde empezó a consolidarse como un promotor del pensamiento ilustrado.

Cuestionó la tradición y mentalidad teocéntrica, gestó también su lucha por las libertades, el racionalismo y el antropocentrismo. Influyó en los espíritus libertarios de sus alumnos; Camilo Torres, Francisco José de Caldas, Francisco Antonio Zea, Miguel y Manuel de Pombo, Francisco Antonio de Ulloa, Joaquín, Manuel José, Manuel María y Tomás Cipriano de Mosquera, José Hilario López y José María Obando.

Restrepo fue el primer ministro de Educación de Colombia, reformó el Plan de Moreno y Escandón, introdujo las ciencias naturales y exactas y transmitió las ideas sobre las maravillas de la naturaleza en el nuevo Reino de Granada y en Hispanoamérica. Escribió el plan de estudios de las primeras universidades republicanas, con la creación de las universidades centrales de Bogotá, Caracas y Quito y las universidades regionales: la Universidad de Boyacá en Tunja, la Universidad del Cauca en Popayán y la Universidad del Magdalena en Cartagena de Indias. Fue el autor de la ley de la manumisión la que en 1814 presentó en el Congreso de la Republica de Antioquia, en 1821 ante el Congreso de Cúcuta.

Finalmente, el 21 de mayo de 1851 en la presidencia de uno de sus alumnos, el caucano José Hilario López, se formalizaría la abolición de la esclavitud. El 11 de noviembre de 1827 se iniciaron las clases con el primer rector, el arzobispo Manuel José Mosquera. Y pronto, uno de sus profesores, Joaquín Mariano Mosquera, reemplazó al Libertador Bolívar en la Presidencia de Colombia. A partir de ese momento, hasta el día de hoy, 17 de nuestros ex alumnos han ocupado el solio de Bolívar. El 16 de abril de 1916 para el centenario del fusilamiento de Caldas y el tricentenario de la muerte de Cervantes, se bautizó el Paraninfo con el nombre del gran sabio, durante la rectoría de Alfredo Garcés, quien encargó el actual tríptico al maestro Andrés de Santamaría.

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Garcés será recordado por el ser el último gobernador del Gran Cauca, a quien le correspondió celebrar los 100 años de la Independencia. El tríptico representa el arte, la literatura, las ciencias e interpreta el sentido histórico, social y político de las universidades de los inicios del siglo XX, aún vigentes.

El rector, César Piedrahita Uribe, representante de la novela social, mediante la cual defendió los derechos sociales, luchó por la reivindicación de una serie de reformas que contribuyeron a mejorar las condiciones de vida de las clases menos favorecidas. Además, vinculó a esta universidad al estudiante, en ese entonces, Antonio García Nossa, quien se graduó como abogado y luego fue docente en esta universidad. Concibió una amplia producción intelectual en temas tales, como la reforma agraria y el indigenismo, tal vez inspirado en ese entonces por la lucha que entablo Manuel Quitín Lame en el Cauca y el Tolima.

García Nossa fue también la pluma cercana que interpretó y asesoró al gran caudillo liberal Jorge Eliecer Gaitán. Con fecha 11 de noviembre de 1922 ocurrió otro acontecimiento importante en nuestra historia, se estrenó nuestro himno universitario, de autoría musical del maestro Avelino Paz y letras del parnasiano Valencia, himno que devela el papel universal y emancipador de las universidades.

El Departamento del Cauca, a principios de 1930, para conmemorar el IV centenario de la fundación de Popayán, encargó al maestro Efraím Martínez un óleo que mitificara la historia de todos los hombres ilustres de Popayán. Obra que fue entregada un 27 de diciembre de 1940, a las nueve de la noche, en presencia de Eduardo Santos, Presidente de Colombia y del Maestro Guillermo Valencia. Le correspondió el discurso de inauguración al rector Baldomero Sanín Cano, quien fue un destacado humanista, periodista y miembro de la academia colombiana de la lengua.

En el año 1956, Guillermo León Valencia Muñoz, con ocasión de la entrega del Doctorado Honoris Causa pronunció un aguerrido discurso contra el dictador Rojas Pinilla, antesala de su derrocamiento. Valencia llegó a ocupar la Presidencia de Colombia en 1962.

Público asistente a los actos en conmemoración a la fundación de Unicauca.

Público asistente a los actos en conmemoración a la fundación de Unicauca.

Imposible no mencionar al cuatro veces rector Antonio José Lemos Guzmán, reformador progresista, líder visionario que introdujo cambios en lo misional y en la calidad de la enseñanza, y además creó la escuela de Artes y Oficios, predecesora del Sena. Otro de los hechos significativos fue la nacionalización de la Universidad del Cauca, mediante la ley 65 de 1964 en el gobierno del presidente Guillermo León Valencia, y de Benjamín Iragorri Díez, tres veces rector.

Qué gran responsabilidad tenemos como directivos, ante todo este legado de nuestros antecesores, para trascender desde el plano teórico y de la memoria histórica, a ejercer un efectivo papel transformador de nuestro entorno con justicia social. Somos una universidad de paz, acreditada con alta calidad y una de las ocho del país de enfoque doctoral, contamos con 59 programas de pregrado 14 de ellos acreditados, 113 posgrados y con más 17.000 estudiantes.

Seguimos comprometidos con la renovación de la acreditación, con la regularización de los programas de regionalización, con la investigación, la cultura y el bienestar y la internacionalización. Continuaremos caminando por los senderos que nos lleven hacia la justicia curricular, al logro de la educación como un derecho fundamental, toda vez que somos una universidad que hace parte del más complejo de todos los territorios del país, en términos de las profundas inequidades sociales. Teniendo como testigos a los cinco colosos silentes, que habitan en este gran salón, que conforman una sin igual metáfora, toda vez, que a mis espaldas tengo la representación del pasado histórico, con Valencia, Martínez, Bolívar y Santander, y ante mis ojos, el futuro expresado en la obra de Santamaría, para consolidarse como una universidad con un gran desarrollo científico, cultural, artístico y socio humanístico. Como universitarios ratificamos nuestro propósito de hacer de esta institución, una universidad comprometida con la paz territorial.

El que ha de morir deje su luz a la posteridad.

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