El Campanazo de octubre

Por en octubre 27, 2014

Por El Sacristán

La Campana condena asesinato
La Sociedad de Información del Cauca S.A., que edita el periódico La Campana, lamenta profundamente la desaparición del arquitecto Jorge Sair Naranjo López, destacado empresario payanés.

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Al mismo tiempo rechaza de manera enérgica el vil asesinato de que fue víctima el pasado jueves 2 octubre en Cali, y hace un llamado a las autoridades judiciales del Valle del Cauca a que investiguen tan execrable crimen, que no puede quedar en la impunidad, exigencia que debe ser de la sociedad caucana en su conjunto.

Jorge Sair Naranjo, quien gozaba de gran aprecio en los distintos estamentos de la comunidad payanesa, desde muy joven se dedicó al trabajo, apoyando la actividad comercial de sus padres. Fue un emprendedor, creador de varias empresas y de proyectos comerciales y habitacionales de gran envergadura, que han generado empleo directo e indirecto en la capital caucana.

Jorge Sair deja iniciativas importantes que, seguramente, su familia y sus socios seguirán desarrollando para bien de la región, tal como lo deseaba este pujante y visionario empresario, que le dio a Popayán el primer centro comercial que marcó un hito en la ciudad.

Nuestra empresa hace llegar su más sentida voz de condolencia y de solidaridad a su esposa Beatriz Eugenia Escobar, a sus hijos Isabela, Tábata y Lucas, a su señora madre Danfeli López de Naranjo, a sus hermanos Héctor, Andrés, Sandra y Liliana Naranjo López, a sus demás familiares, a sus colaboradores y socios.

Una tragedia humana
La situación por la que está atravesando la médica oncóloga payanesa, Ana María González Angulo, nadie quisiera vivirla, es contradictoria y cruel. Ha movido muchas fibras, no solo en su ciudad natal, en su país, sino en el propio Estados Unidos, además de México. De estas dos naciones ha salido un movimiento solidario, promovido especialmente por mujeres que, con su tratamiento y dedicación, son sobrevivientes del cáncer de mama. Muchos se preguntan: ¿Cómo es posible que una persona que ha dedicado su vida profesional a la investigación para ayudar a salvar vidas, hubiera atentado contra otra persona, con quien mantuvo una relación consensuada? Nadie lo puede admitir.

Quienes conocen y han tratado a esta menuda médica, a quien vimos indefensa y demacrada, a través de la televisión, no la creen capaz de un acto de esa naturaleza. También indican que no se tuvieron en cuenta muchas pruebas que pudieran esclarecer el caso. Por eso, a través de las redes sociales que han estado muy activas ante esta tragedia, se ha publicado una carta del grupo denominado ‘Sociedad Civil Unida por Ana María’, que hace un llamado a la comunidad médica y a las autoridades diplomáticas de Colombia para que se unan entorno a la defensa de la oncóloga, a fin de asegurarle un juicio justo y sin prejuicios.

Toda persona en situación igual ante la justicia, tiene derecho a que se le revise el caso, máxime cuando Ana María se ha declarado no culpable.

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Fueron conmovedoras las lágrimas de su padre, Alfredo González, quien pidió clemencia y defendió a su hija en ese estrado judicial de Houston. Esta tragedia humana ha llamado a la solidaridad con Ana María y su familia.

Apoyar a Emtel
Mientras los antioqueños apoyan sus empresas, lo que les ha permitido ir a la vanguardia nacional en distintos campos, sobre todo en servicios públicos, los caucanos no solo somos indiferentes con lo nuestro, sino que contribuimos a que se malogre.

Un ejemplo de ello es Emtel, Empresa de Telecomunicaciones de Popayán, que compite con grandes pulpos en este campo, y que en lugar de apoyarla, muchos usuarios han resuelto cambiarse a otros operadores aduciendo deficiencias en el servicio. Que las hay, claro que sí, pero si la abandonamos, pues se morirá. Lo paradójico es que varios de esos usuarios, incluso dirigentes políticos que han optado por la competencia, han vuelto al redil, pues por allá los pajaritos de oro que les pintaron, así como unos pesos menos, no eran tan ciertos.

Si queremos fortalecer esa empresa, que es patrimonio de la ciudad, pues hay que exigirles a sus directivas y funcionarios para presten un mejor servicio, que se diversifique su portafolio y se mejore en materia tecnológica, pero para ello se requiere, en primer lugar, que contratemos sus servicios, que no le demos la espalda.

Además del vino…
En los eventos sociales ofrecidos por empresas y entidades, atienden a sus invitados con deliciosos canapés y licores. Sin embargo, los anfitriones no han caído en cuenta que desde hace dos años en Colombia rige la Ley de tolerancia cero a la conducción con alcohol, y que solo con tomarse una copa de vino se corre el riesgo de infringir la norma y ser multado. Y si el invitado pierde la cuenta de las copas, la sanción será peor, como la suspensión de la licencia. El que tiene que conducir su vehículo de regreso a casa, no puede ni oler el licor. Entonces, no hay que ofrecer exclusivamente bebidas alcohólicas, existen otras alternativas, como cocteles sin licor, jugos, agua o gaseosas. “Es mejor prevenir que tener que lamentar”, dice el adagio popular.

No dejan dormir los fines de semana
Por lo general, hacia la media noche se estacionan varios vehículos en Campamento, frente a la Villa Olímpica, en donde jóvenes, hombres y mujeres, toman ese espacio público de “rumbiadero” con música a todo volumen, además gritan y cantan, bajo los efectos del licor y otras sustancias. Esa patanería la tienen que soportar los vecinos del sector los fines de semana. Muchos de ellos llaman a la Policía, pero parece que no ha surtido ningún efecto, porque esta situación continúa. Al día siguiente se observan a lo largo del andén, botellas y garrafas de aguardiente, pedazos de vidrio, empaques de comestibles, colillas de cigarrillos y demás basura.Parece que por este sector, muy cercano al CAI de Catay, no pasa la policía de tránsito con su alcoholímetro.

Curso en Tránsito Municipal
Los funcionarios públicos se olvidan de su condición de servidores públicos, pagos por el Estado, o sea por todos los contribuyentes, y tratan con desdén a los ciudadanos que van en busca de información para hacer sus trámites. Esto se ha vuelto costumbre en la Secretaría de Tránsito del Municipio de Popayán, en donde algunos de sus empleados que, al parecer, no saben qué función cumple ese despacho, o no se les antoja informar en debida forma. Pues bien, una persona de Popayán, que tuvo que ir a Cali para que le practicaran una endoscopia, porque su EPS Saludcoop no tiene contratos en Popayán y remite a su clínica en la vecina ciudad, estacionó por unos minutos, sin saberlo, en lugar prohibido, mientras verificaba la dirección, y se ganó una fotomulta. A su regreso a Popayán, ignoraba en dónde debía hacer el curso y pagar la multa. Como era lógico, acudió a la Secretaría de Tránsito, en donde le dijeron, en dos ocasiones, que nada tenía que ver dicha Secretaríacon las multas impuestas en Cali. Hubo necesidad de llamar directamente al secretario de Tránsito, Miguel Hernán Muñoz, quien informó que el curso se toma en esa dependencia y se paga la multa en el banco que funciona en sus instalaciones. Flaco favor le están haciendo a la Secretaría de Tránsito, ciertos funcionarios que no están cumpliendo con sus funciones.

Conductor atrevido
La imprudencia de los conductores que transitan por la vía Panamericana, es aterradora. De nada les sirven las señales de tránsito, para muchos, pareciera, que están de adorno. El pasado 2 de octubre, a la altura de Piendamó, en dirección Popayán-Cali, al conductor de la LUV doble cabina, de placas OTV 023, con logos del Sena, no se le antojó respetar el paso, ni la fila que se debe hacer en los puntos en donde se está reparando la carretera. Esa conducta impropia de cerrar a los vehículos que sí respetan la fila, debe ser sancionada, con mayor razón cuando el vehículo pertenece a una entidad oficial.

Teatro Municipal
El teatro Municipal Guillermo Valencia de Popayán, presta sus instalaciones para distintas presentaciones a particulares, con un alquiler que en promedio es superior a otros escenarios nacionales de ciudades intermedias, lo que desmotiva algunas presentaciones en esta capital. Además, de las 200 sillas que tiene, la administración del teatro se reserva por presentación 20 de los mejores lugares, dizque para funcionarios del Municipio de Popayán y del teatro, lo que significa que para ser rentable el espectáculo, cada boleta debe subir unos $10.000 que salen del bolsillo del espectador, lo que afecta la asistencia a los eventos. De hecho, traer espectáculos a Popayán no es fácil ni barato, y con la exigencia de “donar forzosamente” esa cantidad de boletas, hace inviable la labor artística. ¿Por qué se tienen que beneficiar unos funcionarios de la Alcaldía y del teatro, a costa del público y de los empresarios?

texto publicado en la edición impresa del 24 de octubre de 2014

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