Eduardo Rojas, ex alumno de la Universidad del Cauca, quiere llegar a la Rectoría

Por en marzo 24, 2017

‘Por una Universidad participativa, pertinente y articulada’, es su propuesta rectoral.

El ingeniero en electrónica, Eduardo Rojas Pineda cree que la experiencia y el conocimiento que ha acumulado a lo largo de 35 años en diversos cargos de responsabilidad en la Universidad del Cauca, lo habilitan para aspirar a la Rectoría de su Alma Máter. Compite con siete académicos más y la elección la hará el 4 de abril el Consejo Superior. Sobre distintos temas y sus iniciativas habló con el periodicolacampana.com

L.C. De llegar a ser elegido rector de la Universidad del Cauca, ¿qué quisiera que se recordara de su gestión?

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E.R.P. Queremos construir una Universidad en la que la dirección sea reconocida por ser facilitadora de las dinámicas institucionales, una dirección que esté dispuesta a escuchar, dispuesta a aprender y dispuesta a impulsar las iniciativas de la comunidad académica. Creo que lo más importante es que podamos construir una Universidad en donde la gente encuentre el espacio y las oportunidades para desarrollar sus vocaciones y tener impacto en nuestro contexto.

L.C. La investigación es la columna vertebral de la academia, ¿cómo impulsarla más en la Universidad del Cauca?

E.R.P. Efectivamente, la investigación es un eje fundamental para darles legitimidad a los procesos de formación y de interacción con la sociedad. El Sistema de Investigación hay que fortalecerlo, que promueva y dinamice el compromiso de los profesores y estudiantes por indagar sobre nuestra realidad, a fin de que sea un vehículo fundamental para hacer del conocimiento factor de transformación. ¿Cómo hacerlo? Hay que revisar cómo atraer nuevos recursos a través de la articulación de fortalezas universitarias con las dinámicas, necesidades y voluntad de los actores de nuestro entorno. La Universidad no puede pensarse trabajando sola, ella se debe a la región y necesita de la región para desarrollar sus vocaciones.

L.C. ¿Cómo haría la consecución de recursos y la articulación con los diferentes estamentos de la sociedad, del gobierno, de la empresa privada, entre otros actores?

E.R.P. Tenemos que entender que afuera hay muchas posibilidades de recursos, pero solo será posible si estructuramos alianzas con las que todos ganemos. Tenemos que buscar que nuestros socios, en la posibilidad de construir nuevo conocimiento y aplicarlo a las problemáticas, también puedan disfrutar de los beneficios que tenga ese trabajo conjunto. Al interior de la Universidad hay que dinamizar los procedimientos, que sean más ágiles, que le faciliten a la comunidad académica desarrollar su labor y, por otro lado, que les posibilite a nuestros socios encontrar en la Universidad una institución dispuesta a poner sus capacidades y conocimiento al servicio de esas problemáticas.

Eduardo Rojas Pineda, ingeniero en Electrónica, candidato a rector de la Universidad del Cauca.

Eduardo Rojas Pineda, ingeniero en Electrónica, candidato a rector de la Universidad del Cauca.

La Universidad del Cauca es la única institución en el Departamento que reúne a más de 1000 profesionales capacitados en muy diversas disciplinas, desaprovechar todo ese talento humano debido a que no encontramos mecanismos de cómo trabajar conjuntamente, sería aumentar la deuda social que la institución tiene con la región.
Muchos de ellos han desarrollado su formación de alto nivel estando al servicio de la Universidad, a través de becas y comisiones de estudio.

L.C. En materia de patentes, ¿cómo está la Universidad del Cauca?

E.R.P. No está muy alejada de la problemática nacional, muy pobres en la generación de patentes. Esto tiene mucho que ver con el alejamiento entre la dinámica académica y los problemas de nuestro contexto. La manera como las patentes pueden convertirse en un resultado de la investigación más cotidiano, es cuando ideamos creativa e innovadoramente soluciones a nuestros propios problemas; resolver problemas del acontecer internacional no dejará de ser una tarea de la Universidad, pero su primer deber es convertir su entorno en el primer objeto de estudio.

L.C. Siempre se ha pensado que por ser universidad pública los servicios que preste a la comunidad externa tienen que ser gratuitos. ¿Qué piensa al respecto?

E.R.P. El significado de la universidad pública es que esté al alcance de los distintos miembros de la sociedad, eso no implica que sea gratuita, el ser gratuita sería inequitativo, porque entonces estaríamos subsidiando a quien puede pagar por la educación, de la misma manera que subsidiamos a quien no puede pagarla. Debemos mantener esquemas de subsidio que permitan que la gente menos favorecida pague menos, y la que tiene mayor capacidad económica, sufrague de acuerdo a ella.
Eso nos lleva a la situación que tenemos con los programas de regionalización, modelo altamente inequitativo, porque en las matrículas se están trasladando los costos a los estudiantes de esa región, superiores a los que se pagan en Popayán. Al respecto tenemos que hacer un esfuerzo en colaboración con el Gobierno Nacional y los actores de la sociedad civil para encontrar fórmulas que nos permitan progresivamente adecuar esos programas académicos al modelo financiero de la universidad pública, un modelo que no necesariamente tiene que ser gratuito. Ojalá el país tuviera los recursos suficientes para ofrecer educación gratuita en todos los niveles.

L.C. Independientemente del costo actual de los programas de regionalización, ¿qué piensa usted de que Unicauca haya abierto esa brecha?

E.R.P. El paso fue muy importante para que la Universidad tenga presencia en las regiones, es un paso que se debe mantener y consolidar, tenemos que ser creativos para que los costos no se sigan trasladando en el 100% al estudiantado de esa región y podamos encontrar fórmulas subsidiadas.

L.C. La drogadicción es un problema complejo en las universidades, y la del Cauca no escapa a ese flagelo. ¿Qué se debe hacer para enfrentarlo?

E.R.P. Desde la vicerrectoría de Cultura y Bienestar se han intentado desarrollar algunas iniciativas, como el programa La Oreja de Van Gogh, que pretende llamar la atención de los estudiantes con problemas de consumo de sustancias psicoactivas. La Universidad del Cauca no es ajena a la situación de la sociedad. Tenemos que insistir en iniciativas que atraigan a los estudiantes, o sea, buscar condiciones de vida más saludables, formas de resolver sus conflictos, más integradoras a la sociedad y que les faciliten el tránsito al proceso de aprendizaje en condiciones más adecuadas.
La drogadicción es una dificultad dentro de la Universidad, no solamente le genera problemas a quien consume sustancias psicoactivas, sino que además crea unos entornos más complicados al interior de las facultades que hacen que el bienestar para todos se vea afectado. La Vicerrectoría de Cultura y Bienestar tiene que ser una herramienta fundamental y básica para que a través de la investigación y de programas de acompañamiento al estudiantado, podamos encontrar fórmulas que permitan ir erradicando esa situación al interior de la universidad. Se debe manejar la drogadicción como lo que es: un problema de salud, está demostrado en el mundo entero que la adicción a las sustancias sicotrópicas no se combate por la fuerza.

L.C. Otro problema que existe es la deserción estudiantil, por distintos motivos ¿Qué se debe hacer para disminuir ese fenómeno?

E.R.P. En el 2011 la vicerrectoría de Cultura y Bienestar hizo un estudio sobre cuáles eran los factores que más incidían en la deserción estudiantil en la Universidad Cauca, y se encontró que el principal problema, cerca del 80%, se debía al rendimiento académico. Cuando el estudiante no es capaz de asumir sus responsabilidades, dadas las debilidades que trae de formación, en especial en los primeros semestres, se le vuelve muy complejo mantener una dinámica de aprendizaje.

Eduardo 2

Creemos que hay que desarrollar un gran programa de tutorías y acompañamiento desde los primeros semestres, además revisar los currículos que tienen una estructuración piramidal. Al estudiante de primer semestre le ponemos ocho asignaturas y ninguna al de último semestre, cuando debiera ser al revés. El alumno de primer semestre debe llegar con unas responsabilidades, pero dosificadas, de tal forma que tenga tiempo y espacio para aprender a aprender y para conocer la nueva dinámica que se encuentra en una universidad.

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En nuestro medio, el estudiante de educación secundaria sale de un ambiente en el cual todo lo dice el profesor, lo enseña el profesor y lo conduce el profesor, y de repente se encuentra en la universidad en un ambiente en el cual él es responsable de toda la dinámica, en donde el profesor irá y dirá algo, pero él decide si lo escucha o no, si lo sigue o no. Los estudiantes, por primera vez, se ven abocados a ser ellos responsables de su propia situación, entonces no saben estudiar, tampoco cómo abordar las dificultades de la Universidad.

L.C. ¿Sería partidario del semestre cero?

E.R.P. Creo que la Universidad tiene que hacer una revisión completa de su estructura curricular, y si el semestre cero se convierte en una medida que posibilite una mejor selección del estudiantado y un tránsito mucho más estable a lo largo de sus carreras, no lo descartaría de entrada, eso lo tendríamos que trabajar con las distintas disciplinas y programas en un gran proceso de revisión curricular de la universidad, que es una de las tareas que está pendiente en la institución, porque tenemos que atemperarnos a las nuevas condiciones de formación en el mundo entero.

L.C. Si los jóvenes no llegan bien preparados a la universidad y la institución forma a los licenciados en educación, ¿qué está pasando, no es un contrasentido?

E.R.P. No es un contrasentido, porque no toda la situación de la baja calidad de la educación en Colombia es achacable a los modelos pedagógicos utilizados por los profesores, hay mucho en la estructuración de los currículos de nuestra educación básica y media que tiene que ser revisado para elevar los niveles de calidad. Lo que estoy diciendo es que no solo se trata de buenos profesores, sino también de buenos programas, de instituciones manejadas de manera adecuada y de buenos recursos.
Creo que nuestros programas de licenciatura tienen mucho que hacer, mucho trabajo que desarrollar en conjunto con los otros niveles de la educación básica y media. Una responsabilidad que tiene la Universidad del Cauca, es elevar la calidad del trabajo docente en las escuelas, especialmente públicas de la región, que es la alternativa que le queda a la gente en nuestra zona rural, en la que podemos desarrollar programas, en esta etapa de posconflicto, de la mano de la Gobernación y la Secretaría Educación, ojalá con recursos de regalías para incidir positivamente en elevar la calidad educativa.

L.C. Existe un déficit en las universidades públicas de $800 mil millones, dice el rector de la Universidad de Antioquia. ¿Qué puede hacer la universidad pública en su conjunto para que el Gobierno destine más presupuesto para cubrir el faltante y obtener recursos nuevos?

E.R.P. La universidad pública colombiana a través del sistema universitario estatal tiene que mantener un diálogo franco, abierto y permanente con el Gobierno Nacional, por medio de los ministerios de Hacienda y Educación para insistir en una mayor cantidad de recursos que solucionen, sobre todo, las responsabilidades que la universidad estatal ha venido asumiendo desde 1992, sin que presupuestalmente las haya cubierto de manera adecuada.

El rector de la Universidad de Antioquia cuando señala que tenemos un déficit de $800 mil millones solo se refiere al efecto del decreto 1279 de 2002, pero ya desde 1992 con el Decreto 1444 los salarios de los profesores crecían a una rata superior a la que crecían los ingresos. Creo, por lo tanto, que la universidad pública no puede dejar de insistir ante el Gobierno Nacional para desarrollar mecanismos mediante los cuales contemos con los recursos para, al menos, mantener la dinámica de crecimiento. La Universidad del Cauca pasó de 4.800 estudiantes en 1992 a 18.000 hoy en día, sin embargo el presupuesto solo ha crecido al ritmo del IPC, eso explica que estamos llegando a un nivel que será insostenible de seguir creciendo, por lo tanto tendríamos que consolidar la calidad de lo que tenemos, en lugar de seguir pensando en expansiones; mientras no se cuente con recursos ciertos y estables en el tiempo, será muy difícil darle sostenibilidad.

L.C. La Universidad del Cauca no escapa a la tramitomanía del sector oficial, incluso algunos funcionarios se inventan normas y ponen talanqueras, lo que impide que la institución sea expedita en muchos procesos y procedimientos. ¿Qué haría usted para que la Universidad sea mucho más ágil?

E.R.P. Hay que entender que la dinámica institucional de una universidad, tiene que tener como núcleo las dinámicas académicas: la formación, la investigación, la colaboración con el entorno, es lo que le da sentido al quehacer institucional, por lo tanto hay que poner la administración en su justa dimensión, es un ámbito de apoyo para que sus dinámicas académicas puedan ser desarrolladas de manera adecuada. Lograr eso, pasa por profesionalizar adecuadamente la planta administrativa y darle estabilidad.

Desde hace muchos años la Universidad del Cauca tiene un problema en su planta administrativa, muy similar al que hoy le ocurre a su planta profesoral, que es la provisionalidad. Mientras no tengamos funcionarios de carrera y profesionalmente aptos para desarrollar las tareas de apoyo que la administración le tiene que brindar a la academia, vamos a estar sujetos a un aparato administrativo que está pensando más en sus problemas de estabilidad, que en resolver las dinámicas institucionales de manera eficiente y oportuna.

L.C. ¿Cómo está la calidad de la producción académica de los profesores, cuyo impacto se mide por el número de consultas en la Web?

E.R.P. El trabajo de los profesores en el ámbito de la investigación y de su producción intelectual, tiene que conectarse con las corrientes internacionales. Hay que hacer un gran esfuerzo para que la Universidad tenga intercambios de estudiantes y profesores de manera permanente, de forma que nuestros académicos se enrolen en las redes del conocimiento más importante, y es allí, en donde se puede ganar la experiencia y la capacidad para producir intelectualmente al mismo nivel del primer mundo.

Programas como los del doctorado y maestría en Telemática y el trabajo del grupo de ingeniería Telemática de la facultad de Electrónica, son un ejemplo, en donde las dinámicas de los estudiantes del doctorado y de la maestría han facilitado un permanente intercambio de investigadores de todos los lugares del mundo a través de sus programas y en trabajo conjunto con los profesores de la Universidad. Esa es la manera de elevar rápidamente el nivel de la producción intelectual que hacen nuestros docentes, de tal manera que no escribamos en las revistas propias, que nadie lee, sino que lo hagamos en las revistas que tienen circulación y alcance internacional.

L.C. Pero, la Universidad también debe tener revistas indexadas….

E.R.P. En este momento la Universidad del Cauca cuenta con una revista en la facultad de Ciencias Agrarias, que es de biotecnología que está indexada en categoría C del publindex, y tiene algunas otras revistas internas en las facultades de Ciencias de la Salud, Derecho, Educación y Ciencias Contables que no han logrado llegar al nivel de indexadas.
En Colombia ha sucedido un fenómeno, y es que las universidades han utilizado las revistas como un mecanismo para dar a conocer su producción intelectual, lo que es único en el mundo. En todos los países, las revistas científicas no las administran las universidades, sino las sociedades de profesionales. En Estados, por ejemplo, son las sociedades de ingenieros, de biólogos, de médico, etc., las que editan las revistas de primer nivel. En Colombia hay que transformar eso, no es una misión de la universidad hacer revistas, que nadie lee, para que sus profesores hagan puntos. Lo pertinente es que los profesores escriban en las revistas del primer mundo para que su conocimiento sea utilizado y esté en las corrientes de intercambio académico, a través de lo cual van a recibir retroalimentación y perfeccionar el nivel de conocimientos que desarrollan.

L.C. ¿Cómo lo haría usted?

E.R.P. A través del fomento con el Sistema de Investigaciones, al intercambio profesoral y estudiantil. Ayudarles a los profesores a sufragar los costos que implica escribir una revista del primer mundo, porque además de ser complicado no es gratis. Lo que queremos es un sistema académico que integre de manera armónica y balanceada las tres funciones: docencia, investigación e interacción social, las cuales no las desarrollan el rector ni el aparato administrativo, sino el profesor, que debe tener tiempo para dar su docencia, para desarrollar sus conocimientos e investigaciones y para reconocer, identificar y trabajar con los problemas del contexto. El aparato administrativo debe estar dándole soporte a esa dinámica, impulsándola y convirtiéndose en promotor de las iniciativas de la comunidad académica.

L.C. Con toda su experiencia en la Universidad del Cauca, ¿qué es lo más importante que usted le ha aportado desde los diferentes roles que ha desempeñado?

E.R.P. Creo que lo más importante y que la gente lo reconoce, es mi capacidad para comprender y escuchar cuáles son las dinámicas y vocaciones que tenemos que impulsar. Entender que el ejercicio de los cargos en la Universidad es para facilitarles a la comunidad académica y a la institución, avanzar en su desarrollo y no simplemente para ejercer una autoridad y desarrollar unas ideas. Tengo muchas iniciativas, pero las quiero poner al servicio y en discusión con la comunidad académica para construir mejores ideas que puedan darle impulso a la Universidad durante los próximos cinco años.

 

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